Mañana el pueblo dominicano celebra el Día de las Madres
SD. La estudiante de contabilidad, Yokaira Jiménez, como cada viernes, viajó desde la provincia Hato Mayor hacia la capital dominicana a tomar docencia en la universidad. Esta joven aprovechó su viaje a Santo Domingo para, luego de clases, darse una vueltecita por las tiendas de la avenida Duarte. Allí, compró un juego de vasos de vidrio para su madre. Mientras una señora envolvía el presente que obsequiará mañana a quien le dio la vida, comentó: "Es un ser maravilloso, porque una madre es tu amiga, te aconseja, no te traiciona. Para mí no es un día el de las madres, yo lo celebro todo el tiempo... Siempre le regalo, le digo lo que siento, y no tengo nada escondido para ella".
El pueblo dominicano celebra mañana, como cada último domingo del mes de mayo, el tan esperado "Día de las Madres", una fecha antecedida por una lluvia publicitaria, donde los grandes comercios ofertan a través de los medios de comunicación especiales en sus artículos.
Pero, aunque la actividad comercial se incrementa próximo a la celebración, el verdadero valor de la festividad es emocional. Así lo confirman las madres entrevistadas por este diario.
La costurera Justina Antigua tiene la oportunidad de ver a su madre de 79 años sonreír. Aunque recuerda que por ser madre soltera fue muy recta con ella, siempre la obedeció, y hoy le agradece la educación que recibió.
"Mi madre es todo en mi vida, fue una madre soltera, pero ejemplar, y mañana se lo recordaré", dijo.
Pero ella también es madre, de cuatro de hijos, y aseguró que su motivación de vida es impulsarlos a "echa pa' lante".
Lágrimas corrieron por el rostro de la comerciante Dominga Reynoso, quien, a dos años de la muerte de su madre, aún siente una compresión en el estómago. "Imagínate, aún no he superado su partida".
Al igual que cientos de dominicanos que han perdido a ese ser querido irremplazable, ella visitará mañana el cementerio para recordarla.
"Ser madre es uno de los privilegios que Dios nos da", opinó Deyaneris Rodríguez. Y, a pesar de que su religión no le permite visitar el camposanto donde reposan los restos de su madre, mañana la rememorará con "lágrimas".
Para la contable Dahiana O'Neal ser madre es el mejor regalo que Dios le ha dado, y su mayor anhelo es ver crecer a sus hijos Yeuri y Yerina, de 15 y 11 años.
De su madre, Argentina Guerrero, expresó que sin su apoyo no tendría el entusiasmo de seguir luchando por su familia. "Mi madre es mi amiga, mi compañera y mi ejemplo de vida".
Se activa el comercio
Lámparas, electrodomésticos, accesorios y prendas de vestir, fue la variedad de obsequios que hijos compraron a sus madres en tiendas de la avenida Duarte para obsequiarles el día de mañana. Al mediodía, esa zona comercial empezaba a registrar un incremento de personas en búsqueda de regalos. Las tiendas aprovecharon la ocasión para anunciar atractivos descuentos en sus mercancías.
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