José Vinicio fue la segunda selección roja del sorteo de 2012.
SANTO DOMINGO. José Vinicio reconoce que su juego no ha evolucionado al ritmo que los Medias Rojas esperaban, cuando en 2009 lo firmaron con 16 años por un bono de US$1.9 millones. Pero el torpedero con peso y apariencia de jinete hípico luce dispuesto a recuperar el terreno perdido, aunque tiene competencia en casa.
“Si batea se quedará con la posición, pero nadie apara más que él”, dijo a DL un ejecutivo del Escogido. “Tiene hambre como si fuera un prospecto buscando firma”.
El jugador que, con sus trenzas, pendientes y uniforme reporta pesar 150 libras en 5’11 pies, tiene de frente por la titularidad del campo corto rojos a Pedro Florimón, un ex ligamayorista con la intención de regresar, y quien ha ocupado la posición en tres de los primeros cuatro compromisos bateando de 9-4 (.444) sin cometer pifia a la defensa.
“Mi actitud es diferente, ahora estoy enfocado 150% en pelota, los cambios que he experimentado son del cielo a la tierra”, dijo Vinicio, a quien las lesiones también les han jugado en su contra.
En la campaña pasada en las ligas menores, su quinta, jugó la mayor parte a nivel de Clase A avanzada tras una breve estadía en rookie (novatos). Bateó para .280 combinado producto de 40 imparables en 143 turnos en 44 partidos. Su disciplina en el plato, corrido de las bases y uso de la velocidad son materias pendientes: se ponchó en 31 ocasión, apenas recibió 11 bases y fue atrapado en nueve de 13 intentos de robos.
“Estuvimos un poquito lento, ya tenemos unos cuantos años en profesional y el nivel está un poquito… ahí, más o menos, pero ahora estamos más enfocado”, dijo Vinicio tras agotar una práctica de bateo con los Leones.
La gerencia escarlata lo escogió en la segunda ronda del sorteo de 2012 después de tomar a Gregory Polanco.
Antes de la jornada de anoche sólo había jugado en el primer partido cuando se fue de 4-1 con una carrera impulsada y una anotada en la apertura de la campaña ante el Licey.
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