CLEVELAND, Ohio.- Cuatro años lejos de casa transformaron a LeBron James. Volvió más maduro, concentrado y completo. Es único en su tipo.
Además, jugar con Dwyane Wade en Miami le enseñó a ser campeón. James conquistó dos títulos y realizó cuatro viajes seguidos a la final con el Heat.
Ahora que ha regresado a sus raíces en Ohio, el astro quiere un tercer título de la NBA, el cual resultaría más preciado que todos.
Cleveland no ha paladeado la gloria de un título en los principales deportes profesionales de Estados Unidos desde 1964, cuando los Browns se coronaron en la NFL. El champán suele derramarse en otras ciudades.
En el pináculo de su carrera, James sabe ahora lo que se requiere para conseguir un título. Está consciente de que el camino a la coronación está repleto de obstáculos, tales como lesiones o una química inadecuada entre los compañeros. Nada es seguro y nada llegará fácilmente para los Cavs.
Habrá episodios dolorosos, algún cambio en el plantel. Esto podría demorar un año o dos.
Aun así, James está decidido a buscar ese añorado título para Cleveland. Ésta es su oportunidad de cumplir la promesa que hizo antes de marcharse en 2010, una partida que rompió el corazón de muchos residentes de la ciudad y que sembró desesperanza en una región entera.
Esta vez, James tiene mejores actores de reparto a su lado. Ahí estarán Kyrie Irving y Kevin Love, electos al Juego de Estrellas, con quienes James formará un nuevo trío de figuras, tal como ocurrió en Miami con Wade y Chris Bosh.
Quizás este nuevo trío sea incluso más poderoso.
James había pedido paciencia en un ensayo que publicó Sports Illustrated en julio y que marcó el retorno del "hijo pródigo" a Cleveland. Pero eso fue antes de que llegara Love y de que los Cavs -a instancias de James- contratara a Shawn Marion, Mike Miller y James Jones, jugadores con "pedigrí" de campeones para que ayudaran en esta ambiciosa misión.
Un título en Cleveland sería más significativo para James. A continuación, cinco aspectos a considerar mientras los Cavs buscan ser campeones:
LA CORTE DEL REY: James pasó dos años cortejando a Love, su compañero en la selección olímpica que conquistó la presea de oro en Londres 2012. Siempre ha admirado a Irving, cuya decisión de firmar una extensión de contrato por cinco años, minutos después de que se abrió el periodo de agentes libres en julio, encendió la remodelación tremenda de los Cavs. El talento es innegable pero, ¿lograrán encajar adecuadamente estos tres astros?
"Esto puede ser difícil, porque a veces te encomiendan un papel con el que no estás familiarizado porque acostumbras ser el líder único de un equipo", refirió Paul Pierce, quien ganó un título en Boston con Kevin Garnett y Ray Allen. "Lo que nosotros deseábamos más era un campeonato".
Love e Irving han tenido problemas de lesiones y ninguno ha estado en los playoffs.
EL RETO DE BLATT: David Blatt tuvo suerte. Había sido uno de los principales entrenadores en Europa durante los últimos 20 años, y se le contrató en junio, después del despido de Mike Brown a raíz de una foja de 33-49 con los Cavaliers. En unas semanas, el plantel de Cleveland se transformó a tal grado que los Cavs se convirtieron en aspirantes al título. Pero ello ejercería más presión sobre Blatt.
Su ataque acelerado se ha descrito como "genial". Blatt se ha rodeado de colaboradores que facilitarían su transición del basquetbol europeo a la NBA.
PROTAGONISMO COMPARTIDO: James siempre ha acaparado el balón en el ataque. Ha sido el arma principal de sus equipos. Ello podría cambiar ahora que se asocie con Irving, cuyo promedio de asistencias podría dispararse y quien no tendrá que echarse a los Cavs sobre los hombros, como lo hizo en los últimos tres años.
"Es el show de Kyrie", dijo James. "Nunca jugué con un armador como Kyrie Irving, un tipo que puede resolver solo un partido. Es nuestro armador, nuestro mariscal de campo".
EL FOCO DE ATENCIÓN: Aunque los Cavs carecen de un auténtico pívot que proteja el aro, el brasileño Anderson Varejao y Tristan Thompson aportan fuerza en la búsqueda de rebotes y sin duda se beneficiarán de la atención que los rivales presten a James, Love e Irving. Blatt no considera importante cuál de ellos juegue de inicio. Tiene confianza en sus dos centros.
"Si uno ha jugado 26 minutos y otro juega 32, o si juegan 28 y 30 minutos, ello no marca una diferencia", dijo el entrenador. "Ambos son igual de efectivos, se acoplan bien con los otros jugadores".
LA CONFIANZA DE WAITERS: A Dion Waiters le agrada jugar por fuera y disparar desde el perímetro. Ahora sería un actor secundario respecto de la dupla James-Irving. Ello no le vendría mal a un jugador que promedió casi 16 puntos en la campaña anterior y que no tiene miedo de tirar.
"Al final del año, se hablará de 'cuatro grandes', o de 'cinco grandes''', prometió Waiters, incluyéndose en ese probable grupo. "Me gusta ser ese caballo negro".
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