La jefe de Estado fue reelegida el domingo con un 51,64 % de los votos
BRASILIA.- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, reelegida el domingo para un nuevo cuatrienio, afirmó ayer que anunciará este mismo año medidas para recuperar la economía y reforzar el combate a la inflación, pero que primero las discutirá en un amplio diálogo con todos los sectores.
La jefa de Estado, en sendas entrevistas que concedió a dos redes de televisión y que constituyeron sus primeras apariciones públicas un día después de las elecciones, afirmó que atenderá las peticiones por cambios que recibió de los electores en las urnas pero que primero las discutirá en diálogo incluso con la oposición.
Rousseff fue reelegida este domingo con un 51,64 % de los votos frente al senador socialdemócrata Aécio Neves, que fue respaldado por el 48,36 %, una votación que ha robustecido a la oposición de cara al próximo período, que comenzará el 1 de enero de 2105.
"No voy a esperar la conclusión del primer mandato para iniciar todas las acciones necesarias para transformar y mejorar el crecimiento de la economía", dijo al admitir su preocupación con las bajas tasas de crecimiento económico y la elevada inflación.
Agregó que anunciará "de forma muy clara" las medidas económicas que adoptará y que serán fruto del consenso en el diálogo con todos los sectores. "Voy a abrir diálogo con todos los segmentos. Quiero dialogar con los sectores empresariales, financieros, con el mercado, para discutir los caminos de Brasil", dijo.
Admitió que ese proceso sólo comenzará cuando se calme el mercado, que hoy recibió con una fuerte caída la reelección de la mandataria, y que en noviembre puede comenzar a discutir las medidas para poder anunciarlas antes de finalizar el año.
"Para que el país crezca, mantenga el nivel bajo de desempleo, combata efectivamente la inflación, es necesario abrir un diálogo amplio con todas las fuerzas productivas, con la sociedad y con el sector financiero. El clima ahora es de construcción de puentes y no de buscar diferencias", agregó.
La decisión de Rousseff de darle prioridad a la economía fue mencionada por varios de sus colaboradores.
"Tenemos que esperar un tiempo y ver cómo el mercado se comporta, pero a la presidenta no le faltará coraje para cambiar todo lo que deba ser cambiado" en materia económica, declaró el ministro de la Secretaría de la Presidencia, Gilberto Carvalho.
La única voz disonante en ese sentido fue la del ministro de Hacienda, Guido Mantega, quien dejará el Gobierno a fin de año y es blanco de duras críticas de los agentes financieros, que apostaron fuerte en la política liberal que ofrecía al país el opositor Neves.
"Estoy feliz con el resultado de las elecciones, porque muestra que la población aprueba la política económica", dijo Mantega en una rueda de prensa en la que intentó calmar a los mercados en medio de una nueva caída de la Bolsa de Sao Paulo, que cerró este lunes con una caída del 2,77 % y en su menor nivel desde abril.
Rousseff decidió pronunciarse en la noche mediante entrevistas a la televisión tras haber permanecido todo el día en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial, donde recibió a unos pocos dirigentes del PT y frente a la cual se aglomeraron decenas de seguidores con la esperanza de saludarla.
Sin embargo, la presidenta no se asomó y, según dijeron fuentes oficiales, tiene planeado tomarse unos días de descanso tras una larga y agotadora campaña, que se prolongó durante tres meses.
Portavoces de la Presidencia explicaron a los periodistas que Rousseff viajará "mañana o pasado" hacia el estado nororiental de Bahía, donde reposará en una playa privada de la Marina hasta la semana próxima, cuando retomará sus actividades oficiales.
No obstante, en medio del descanso, seguirá con las consultas de cara a la formación de su próximo gabinete y sobre todo para decidir quién sucederá a Mantega en el Ministerio de Hacienda.
Esa decisión es esperada sobre todo por los mercados financieros, que en los últimos meses mostraron una creciente desconfianza en Mantega y aguardan un guiño de Rousseff, en el sentido de que sus políticas "intervencionistas" en la economía serán suavizadas.
Pero la mandataria dejó claro que no está con prisa para anunciar nombres y que la reforma del Gabinete puede ser amplia.
"Anunciaré nombres en el momento adecuado. Y no voy a discutir un sólo ministro, Discutiré mi Ministerio. Yo dije en la campaña que tendré un Gobierno nuevo con ideas nuevas", afirmó en su entrevista a la televisión Record.
En el Congreso, la intención de Rousseff de acelerar el debate para una reforma política, que ha considerado indispensable para reforzar el combate a la corrupción, encontró eco en el presidente del Senado, Renan Calheiros.
"Entiendo que el mejor camino para aprobar una reforma política es el Congreso Nacional", señaló Calheiros en una nota oficial, pero también admitió que si el Parlamento continúa demorando un debate que ya tiene más de una década, el tema "deberá ser sometido a un referendo popular", como ha propuesto Rousseff.
Sobre esa reforma, la presidenta reafirmó este lunes que será la más importante de todas las que acometerá en su nuevo mandato.
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