Sacerdote respalda pedido de transportistas de reparación calles Santiago

El padre Santana ofició una misa a solicitud de la CNTT.

SANTIAGO.-Uno de los asistentes del arzobispo metropolitano local, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, se mostró partidario del reclamo que hacen los gremios choferiles y del transporte para que las autoridades locales y nacionales arreglen las calles, avenidas y caminos vecinales de aquí.

El sacerdote Carlos Santana, quien además es el vicario del Arzobispado de Santiago, señaló que es un derecho legítimo de las federaciones y sindicatos de los hombres del volante el reclamo que hacen.

"Aceptamos con mucho gusto el que se nos eligiera para presidir una misa con la intención de pedir la mediación de nuestra Madre María en este problema que nos afecta y atañe a todos", expresó el reverendo Santana tras oficiar una misa en el santuario parroquia Nuestra Señora de la Altagracia, a solicitud de la Central Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTT), cuyos miembros acudieron al templo católico con pancartas donde exigen el inmediato arreglo de las calles y avenidas de la provincia.

Al concluir el oficio religioso, Juan Marte, presidente de la CNTT, dirigió un breve mensaje en el que agradeció la acogida que le dio la Iglesia Católica en la casa del Señor y ratificó que se mantendrán en lucha en las calles cada semana, hasta tanto las autoridades edilicias y del Gobierno Central se dignen en atender sus peticiones.

"Nuestros compañeros no aguantan más, solo están trabajando para pagar los combustibles y comprar piezas, ya que diariamente se les dañan al transitar por las destartaladas calles y avenidas", manifestó Marte.

Indicó que Santiago merece la atención de las autoridades, porque es una ciudad que luce abandonada y parece un fantasma, ya que la inseguridad y la oscuridad no deja que sus ciudadanos salgan en horas de la noche.

Terminada la misa, los dirigentes choferiles, acompañados de amigos y familiares, se retiraron a sus hogares a reflexionar.

Varias unidades de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) y agentes policiales vigilaron la actividad y facilitaron el tránsito vehicular en las calles El Sol y General Luperón, donde está ubicada la iglesia Nuestra Señora de la Altagracia.