Por lo menos dos empresas, una nacional y otra extranjera, solicitaron permiso para desarrollar en el país el servicio de mensajería a través de drones. Aspiran a transportar paquetes pequeños, inicialmente. Sin embargo, ambas solicitudes reposan en el Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) a espera de que se establezcan los lineamientos normativos sobre los cuales se tiene que operar.
La información la reveló Betty Castaing, coordinadora de la Dirección de Navegación Aérea del IDAC, al señalar los aprestos que se realizan para dotar a la República Dominicana de una regulación para el uso de drones que, entre otras cosas, exigiría a los operadores de estas aeronaves disponer de licencia de piloto.
“Actualmente no existe una regulación en uso, pero se está trabajando en desarrollarla”, comenta Castaing. En la actualidad se analizan los tipos de aeronaves existentes, y los usos que se les dan para decidir las medidas a adoptar, según dice. Pero, adelanta que la disposición que se adopte tomará en cuenta el cumplimiento a la ley 188-11 referente a la seguridad y protección de las personas y las propiedades en el ámbito de la aviación.
También se considerarán las condiciones de idoneidad de operación de los pilotos, ya que, igual que los del sistema de aviación regular, serán responsables de los vuelos que realicen. “Los pilotos tienen que cumplir los mismos requisitos, poseer licencia, certificaciones, conocimientos meteorológicos, de las limitantes del espacio aéreo; saber las zonas prohibidas y restringidas, en fin, conocer el espacio aéreo en que operan, aun cuando sea como hobby”, afirma Castaing.
El IDAC parte de una circular emitida en 2006 por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) referente a la integración de los sistemas de aeronaves no tripulados, en la que manda a los países miembros a adoptar a nivel interno las regulaciones que estimen necesarias ante el auge que tiene la tecnología en el área de los drones.
El órgano internacional parte de que “el hecho de que la aeronave sea tripulada o no tripulada no afecta su condición de aeronave”.
“Las aeronaves no tripuladas (UA) son, efectivamente, aeronaves; por consiguiente, los SARP (Normas y Métodos Recomendados) existentes se aplican en gran medida”, dice la OACI en su circular 328. Advierte que las normas pueden tomar un largo tiempo en elaborarse, debido a lo cambiante de la tecnología.
Aunque la OACI excluye a las aeronaves modelos (aquellas destinadas al uso recreativo solamente), de las normativas internacionales, señala que las mismas quedan bajo la reglamentación nacional.
Evitar la colisión
Betty Castaing explica que la principal razón para regular el uso de drones es la seguridad del espacio aéreo, para evitar cualquier colisión con las aeronaves del sistema de aviación regular.
“No debería dejarse a la suerte mantener los drones alejados de los aviones”, expresó recientemente Rory Kay, un capitán de instrucción de una aerolínea en Washington, quien además fue director del comité de seguridad de la Asociación de Pilotos de Aerolíneas, en esa ciudad. Su planteamiento, recogido en un cable de la agencia de noticias Associated Press (AP), constituye un alerta sobre la necesidad de que el uso de esos aparatos sea regulado, ante los reportes diarios que se reciben en esa ciudad de drones que volaban cerca de aviones y helicópteros.
“Hasta ahora hemos sido afortunados, porque si estos artefactos operan en el cielo sin regulación, supervisión ni control, la posibilidad de un acercamiento extremo o aún, una colisión, debe ser motivo de gran preocupación”, expresó Kay a principios de mes.
En el país todavía no hay reportes oficiales de daños por uso de drones, pero las autoridades no descartan esa posibilidad en el futuro, debido al auge que están teniendo esos aparatos, tanto en actividades de ocio, como en el área de la filmación y foto.
Según la Dirección General de Aduanas (DGA), a la fecha se han importado unos 34 aparatos de los denominados drones, y se advierte de un sub- registro en las estadísticas, debido a que muchas veces entran sin declarar como partes de cámaras fotográficas en las maletas de viajeros.
Con excepción de un caso en 2010 y otro en 2011, la mayor cantidad (23) llegó en lo que va de este 2014, y en su mayoría, se trata de cámaras fotográficas, aunque también se importaron algunos helicópteros y aviones de juguete.
En el mundo de la fotografía, los drones aportan ahorro y calidad en las tomas aéreas. Hacer una foto aérea implica alquilar un helicóptero, cuyo costo ronda entre los US$500 y US$600 la hora, y en el caso del vídeo, había que adaptarle un estabilizador al equipo de filmación, lo que incrementaba en mucho el costo del trabajo. Así lo recuerda el reconocido fotógrafo Jochy Fersobe, que ahora cuenta con un sistema de cámara con dron. “Hay mucha más versatilidad en las tomas, pues con el dron se logran mejores enfoques y más acercamientos”, dice.
El precio al que son adquiridos los drones varía según el tipo, y van desde los US$500, US$2,000; en adelante.
Internacional
España y Guatemala también tienen regulaciones similares. Estados Unidos usa esos aparatos en la vigilancia de la frontera con México y Canadá.
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