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domingo, 9 de noviembre de 2014

Un aniversario de caída del muro muy ciudadano y sin líderes internacionales

La conmemoración de la caída del muro del Berlín esta vez es menos institucional

Hulda, de tres años, coloca flores en una grieta del antiguo Muro de Berlín en memoria de las víctimas que murieron tratando de cruzar al Berlín Oeste, en la calle Bernauer, Alemania. AP/Markus Schreiber
Hulda, de tres años, coloca flores en una grieta del antiguo Muro de Berlín en memoria de las víctimas que murieron tratando de cruzar al Berlín Oeste, en la calle Bernauer, Alemania. AP/Markus Schreiber
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BERLÍN.- El 25 aniversario de la caída del muro de Berlín será este domingo una fiesta eminentemente ciudadana, acorde con el espíritu de la revolución pacífica de 1989 y sin presencia de líderes internacionales, reflejo de las nuevas escisiones globales provocadas por la crisis de Ucrania.

El formato de las conmemoraciones de este domingo sigue el esquema de su precedente inmediato, cinco años atrás, que discurrió entre la Bornholmer Strasse -el primer control fronterizo que alzó su valla a los ciudadanos del este-, la Bernauer Strasse -la calle que simboliza la partición ciudadana- y la Puerta de Brandeburgo.

Por estos lugares, más el auditorio de la Gendarmenmarkt, discurrirán los actos de este aniversario e incluso repetirá presencia uno de sus protagonistas, el director argentino-israelí Daniel Barenboim, cuya Staatskapelle interpretará la Novena Sinfonía de Beethoven desde ese emblemático monumento.

A diferencia de las festividades de 2009, no estarán sobre el escenario acompañando a la canciller Angela Merkel los líderes de las cuatro potencias que, tras la Segunda Guerra Mundial, dividieron Alemania y Berlín -Estados Unidos, Reino Unido, Francia y la URSS-.

Cinco años atrás, sí arroparon a la canciller el entonces premier británico, Gordon Brown, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el ruso Dmitri Medvédev, mientras que por parte de EE.UU. acudió la secretaria de Estado, Hillary Clinton.

Merkel compartirá ahora espacio y discursos institucionales con el presidente del país, Joachim Gauck, crecido en la extinta República Democrática Alemana (RDA) como la propia canciller, así como el alcalde de la ciudad, Klaus Wowereit.

La intención es que sea una fiesta más ciudadana que institucional, explicó en un encuentro con medios internacionales el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert.

Merkel pronunciará el primer discurso del día en la Bernauer Strasse, donde inaugurará una exposición permanente centrada en la vida diaria detrás del muro que durante 28 años partió Berlín, mientras que ante la Puerta de Brandeburgo se esperan intervenciones más breves.

Ante el emblemático monumento tendrá lugar la parte festiva de la jornada, con actuaciones de grupos alemanes, principalmente, así como de Peter Gabriel, que interpretará el mítico "Heroes".

Sobre las 18.00 GMT se soltarán al cielo berlinés los cerca de 7,000 globos blancos, distribuidos desde este viernes a lo largo de 15 kilómetros de lo que fue el trazado del muro, tras lo que Barenboim se pondrá al frente de su orquesta.

También en ese apartado se sigue el esquema marcado en 2011, cuyo plato fuerte fue el "derribo" de un dominó hecho de piezas gigantes, sobre el trazado de la antigua división y pintadas por artistas, escolares y estudiantes.

El concepto y la escenografía son semejantes, como lo es el espíritu de plasmar la alegría por el nuevo Berlín, la nueva Alemania y la nueva Europa surgidos de un muro que echó abajo la presión del pueblo, más la voluntad política de los antiguos aliados.

Cinco años atrás, en el aniversario de la caída del muro se mezclaron muchos pronunciamientos dando por sellada la Guerra Fría.

Lo cierto es que ahora resultaría complejo subir al escenario al presidente ruso, Vladímir Putin, rodeado por los líderes occidentales con mensajes similares, en medio del conflicto ucraniano.

Los mandatarios actuales no acudirán a Berlín y sus predecesores que negociaron la reunificación alemana tampoco tendrán el papel que tuvieron en 2009.

Cinco años atrás, el excanciller Helmut Kohl, el último líder soviético, Mijaiíl Gorbachov, y el expresidente de EE.UU. George Bush (padre) recordaron juntos en Berlín, unos días antes del aniversario, lo que fue una obra de arte de la diplomacia, como se suele denominar a la reunificación.

Gorbachov participa estos días en actos paralelos, invitado al foro "Cinema for Peace" entre otras iniciativas privadas, y será recibido por Merkel el lunes.

Kohl atraviesa una de sus fases de distanciamiento con la Unión Cristianodemócrata (CDU) que presidió durante 25 años y se ha dedicado estas semanas a acusar a Occidente de falta de tacto hacia Moscú, al tiempo que atribuía la caída del muro no a la acción ciudadana, sino a la debilidad de la URSS bajo Gorbachov.

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