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jueves, 3 de julio de 2014

Los casos de sicariato reviven los debates sobre la "complicidad" del autor intelectual

Juristas difieren sobre igualar penas al que paga y al ejecutor

SANTO DOMINGO. Los constantes casos de sicariato que han consternado al país en los últimos días, reviven el debate sobre el endurecimiento de las penas a los criminales, sobre todo en lo relativo a quienes ordenan y pagan por la muerte de otra persona, que en la legislación actual se juzga como cómplice.

Esta disposición es atacada y defendida por distintos juristas, sea para que se mantenga como tal, o se igualen como autores principales al que ordena y al que ejecuta un crimen.
El abogado penalista Félix Damián Olivares se inscribe entre los que entiende que se debe igualar las penas. Considera que la figura del cómplice es un criterio equivocado del código francés que hereda en el país. "El autor intelectual, de hecho, debería ser penado con una pena más grave que el autor material, por cuanto es el que requiere y se beneficia con el crimen".
Recuerda que la figura de la co-autoría no estaba claramente definida en la legislación actual, y que por eso en el proyecto de modificación al Código se establece que al autor mediato u hombre de atrás se le puede aplicar la pena máxima, que se aumenta a 40 años, en lugar de los 20 máximos que le corresponden al cómplice. "Ahora lo que urge es la modificación del Código".
En igual término se expresa la catedrática de derecho penal, Luz Díaz Rodríguez, que entiende que en este momento se debe promover la aprobación del nuevo código.
La abogada cree que ello tendría un impacto directo sobre la persona que es autor mediato, que hasta ahora está privilegiado con las penas, frente al ejecutor.
Pero Rodríguez, igual que Olivares, advierte que el cambio de pena en sí no disminuirá la incidencia del sicariato, sino la certeza de que se va a cumplir con la sanción, y aboga por el saneamiento y eficientización de los órganos investigativos.
De su lado, el abogado Carlos Balcácer insiste en que sin una persona que lo ejecute, el crimen no ocurre, por más que alguien lo esté deseando, por lo que defiende una pena inferior para el autor intelectual.
Balcácer, que hace una especie de perfil de las personas que hacen de sicario, aboga para que, desde el Estado se preste más atención a los problemas de la juventud ociosa en los barrios. Ve favorable el que se llenen las barriadas de institutos técnicos de formación.
Mientras, que la Defensora del Pueblo Zoila Martínez, atribuye el sicariato a la descomposición social y falta de oportunidades. Aboga por que el Estado preste atención a esta problemática.

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