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miércoles, 16 de julio de 2014

Ortega celebra un nuevo aniversario de la revolución sandinista en el poder

El entonces guerrillero FSLN fue creado en 1961 como una organización política de izquierda

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. EFE/Archivo
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. EFE/Archivo
MANAGUA.- Los sandinistas cumplen 35 años de su revolución en el poder y con el exguerillero marxista y actual presidente nicaragüense, Daniel Ortega, como máxima figura y con el camino allanado para buscar su cuarto mandato, el tercero consecutivo.

A 35 años del derrocamiento con la fuerza de las armas de la dinastía dictatorial de los Somoza, el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), con mayoría absoluta en el Congreso, ratificó este año en segunda legislatura una polémica reforma constitucional que le confiere mayores poderes a Ortega y lo habilita a aspirar a una nueva reelección en 2016.

El entonces guerrillero FSLN fue creado en 1961 como una organización política de izquierda, inspirada en el ejemplo de la Revolución Cubana.

Luego convertido en partido y ahora en el Gobierno, se reorganizó política y militarmente hasta que el 19 de julio de 1979 derrocó a la dictadura de la familia Somoza, que gobernó Nicaragua de 1937 a 1979 con el apoyo de Estados Unidos.

Seguidores del héroe nicaragüense Augusto C. Sandino (1895-1934), un líder nacionalista que encabezó un ejército irregular que luchó contra la ocupación de tropas estadounidenses en Nicaragua entre 1927 y 1934, los sandinistas se alzaron contra la dictadura de los Somoza.

Llegaron al poder en julio de 1979 al frente de una revolución presidida por una "Dirección Nacional" que estaba integrada por nueve comandantes y coordinada por Ortega, entonces el menos carismático.

De los antiguos comandantes históricos de la revolución, sólo Ortega y su asesor para asuntos económicos, Bayardo Arce, se mantienen en el actual Gobierno y en el FSLN.

Su hermano Humberto se dedica a los negocios en Costa Rica y Jaime Wheelock Román, otro líder sandinista histórico, está retirado de la vida política. Tomás Borge y Carlos Núñez ya fallecieron.

El resto de antiguos comandantes, Henry Ruiz, Víctor Tirado y Luis Carrión, son ahora adversarios del mandatario y simpatizantes del disidente y opositor Movimiento Renovador Sandinista (MRS), sin personalidad jurídica.

Tras su derrota electoral en 1990 de manos de Violeta Barrios de Chamorro, Ortega fue nombrado secretario general del FSLN, cargo que ostenta hasta la fecha.

El mandatario, de 68 años, lleva casi la mitad de su vida como líder indiscutible del FSLN, partido del que ha sido su único candidato presidencial en los comicios de 1984, 1990, 1996, 2001, 2006 y 2011.

Ortega también gobernó Nicaragua de 1985 a 1990, y fue coordinador de la Junta de Gobierno de 1979 a 1984.

Ante la posibilidad de presentarse a su séptima candidatura presidencial en busca de su cuarto mandato y tercero consecutivo en los próximos comicios, Ortega ha dicho que "es el pueblo el que tiene que decidir", en un proceso donde habrá un vencedor en una primera y única vuelta electoral.

El líder sandinista, que fue reelegido en 2011 con el 62,45 % de los votos tras una cuestionada candidatura y una jornada electoral plagada de denuncias de irregularidades, alegó que no se puede limitar ni coartar el derecho a los nicaragüenses "en cuanto a elegir a sus autoridades".

Ortega, que retornó al poder en enero de 2007 tras haber ganado con el 38% de los votos las elecciones de noviembre de 2006 frente a dos fuerzas liberales conservadoras divididas, mantiene un alto nivel de popularidad, sobre todo entre jóvenes y clases menos favorecidas, según las encuestas.

Los críticos de Ortega lo acusan de autoritario y de pretender perpetuarse en el poder, como lo hizo la familia de la dinastía de los Somoza.

Sus más fuertes detractores lo califican como "caudillo", "dictador" y lo acusan de amenazar a la democracia.

También han retomado una frase dicha por el fallecido fundador del sandinismo, Tomás Borge, tras el retorno de los sandinistas al poder en el 2007: "Podemos pagar cualquier precio, lo único que no podemos es perder el poder, hagamos lo que tenemos que hacer".

Ortega y los sandinistas tienen mayoría absoluta en el Congreso y el respaldo del Ejército y la Policía Nacional, además de controlar más de tres cuartas partes de los gobiernos municipales, lo que ha convertido al dirigente en el mandatario con más poder en la historia del país, igual al que tuvieron los Somoza en el siglo XX.

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