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domingo, 23 de noviembre de 2014

Del París de Haussmann a Pâhry, la ciudad de la Torre Eiffel se revela

Cartel de "Revoir Paris" (2014), último álbum de la serie "Las Ciudades oscuras" del dibujante François Schuiten y del guionista Benoît Peeters, comisarios de la exposición "Revoir Paris". EFE
Cartel de "Revoir Paris" (2014), último álbum de la serie "Las Ciudades oscuras" del dibujante François Schuiten y del guionista Benoît Peeters, comisarios de la exposición "Revoir Paris". EFE
PARÍS.- El París de Haussmann, el soñado por Albert Robida o Julio Verne y el Pâhry irreal de "Las Ciudades oscuras", la serie de historietas fantásticas, tienen cita en la misma ciudad que les inspiró, donde hasta el próximo marzo se muestran dos siglos de dibujos y proyectos urbanos sobre ella.

El dibujante François Shuiten y el guionista Benoît Peeters, creadores de la quincena de álbumes de "Las Ciudades oscuras", son los comisarios de esta exhibición, que el público comenzó a descubrir el jueves en la Ciudad de la Arquitectura y del Patrimonio de París.

Integrada por 214 obras, 104 de ellas firmadas por Shuiten, la exposición propone un dialogo entre los universos paralelos al nuestro que se han inventado, con proyectos urbanos más o menos utópicos, construidos o solo plasmados sobre el papel.

Junto a los dibujos de su último álbum, "Revoir Paris", que da título a la exposición, los comisarios ilustraron las metamorfosis pasadas de la Ciudad de la Luz con planos, dibujos y documentos originales.

De Julio Verne a Le Corbusier, pasando por las arquitecturas imposibles de Robida y las utopías de Hector Horeau y Auguste Perret, se reviven trazados reales como los del barón Haussmann o proyectados de momento, como los del Gran París.

La metamorfosis "haussmanniana" encargada por Napoleón III en 1852 para modernizar la ciudad, las exposiciones universales de 1855 a 1900, la nueva movilidad aportada por el ferrocarril y el metro y algunas oníricas visiones de ciudad vertical y aérea conforman otras tantas secciones temáticas.

Cierran la muestra la exploración de diferentes maneras también futuristas de organizar el territorio y las puertas de París, así como la visión de una ciudad liberada y reinventada radicalmente, hasta vislumbrar cómo podría ser, más allá del fallido Gran París, abortado antes de terminar de ser ideado.

Una proyección interactiva completa el conjunto y permite al visitante manipular una pantalla circular para vislumbrar cómo fueron y podrían ser con el tiempo tres característicos monumentos parisinos: la catedral de Notre-Dame de París, la Torre Eiffel y el Arco de la Defensa.

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