“Dije que si el Congreso no actuaba, yo usaría todo mi autoridad que poseo”
NAYPYIDAW, MYANMAR. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó ayer que usará sus poderes ejecutivos para reformar, antes de fina de año, las políticas de inmigración, lo que puede impedir la deportación de 5 millones de indocumentados.
“Esto va a ocurrir antes del fin de año”, aseveró Obama en una comparecencia ante la prensa junto a la líder opositora birmana, Aung San Suu Kyi, en Rangún, la antigua capital de Birmania (Myanmar).
Obama, que califico Estados Unidos como un “país de inmigrantes”, señaló que el sistema de inmigración de su país está roto y que necesita actualizarse para afrontar los problemas actuales.
“Dije que si el Congreso no actuaba, yo usaría todo mi autoridad que poseo por ley para tratar de mejorar el sistema”, espetó el mandatario norteamericano.
Obama agregó que está dispuesto a firmar una ley de inmigración en cuando el Congreso se la presente.
Según el diario “The New York Times”, Obama planea anunciar la semana próxima un paquete de medidas ejecutivas que protegerán de la deportación a 5 millones de inmigrantes indocumentados.
El periódico sostiene que una “pieza clave” del plan de Obama es permitir que muchos padres de niños que son ciudadanos estadounidenses o residentes legales obtengan permisos de trabajo y eviten así la amenaza de la deportación.
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