El atraco fue cometido el sábado 22 de noviembre en el sector Buswick, de Brooklyn.
NUEVA YORK. El taxista dominicano Rafael Rodríguez, de 47 años de edad, se salvó para contar su historia, después de que un atracador le propinara 12 estocadas en el cuerpo, la cara y un pulmón que casi le perforan, frente a la base 5-10 en Brooklyn, Nueva York, a la que el chofer es afiliado.
En su lecho del hospital Kings County, en ese mismo condado, Rodríguez contó que tiene a toda su familia en la República Dominicana y se mostró muy agradecido a Dios y a los médicos por contar la historia, después de haber visto su vida en un hilo. Una de las estocadas le fue hecha cerca del corazón.
La Policía dijo a medios locales que el atracador, le robó el iPhone y una cantidad de dinero no especificada a Rodríguez, que enfrentó al asaltante en un intento por arrebatarle el cuchillo para salvar su vida, pero que cada vez que agarraba la filosa hoja, el arma se le resbalaba de las manos por la gran cantidad de sangre que tenía.
Dijo que estaba estacionado frente a la base, cuando llegó el atacante y lo abordó para que lo llevara a un lugar, pero cuando llegaron a la esquina de las avenidas Knicker Bocker y Helsey, se produjo el ataque.
"Lo único que pensé cuando él me estaba apuñalando, fue en quitarle el cuchillo, pero no podía porque tenía las manos llenas de sangre", relata el taxista.
Dijo que durante el forcejeo entre él y el atacante, transcurrieron no más de ocho minutos.
"La gente llegó después, pero nadie pudo atrapar al atracador", narra Rodríguez, mostrando cortaduras en la cara y con una voz débil, debido a la estocada en el pulmón.
"Me hirió en el pulmón derecho, que se me llenó de aire y tenía problemas hasta para respirar. Me apuñaló varias veces también en la cabeza, por lo que creí que me había perforado el cráneo", añadió el chofer dominicano, padre de tres hijos.
Al ser preguntado por la reacción de su esposa e hijos, Rodríguez, comenzó a jadear, pero logró controlar los sollozos.
"Todos ellos, mi familia, están en Dominicana y se están volviendo locos", añadió.
Es la primera vez en sus tres años de trabajo como taxista que lo atracan.
El mensaje que envía a sus compañeros, es el de que se olviden de las cámaras y vuelvan al sistema de las particiones (división blindada entre el pasajero y el chofer).
"Ellos, los atracadores, no les hacen caso a las cámaras", dijo Rodríguez. "Hay que mantener la puerta del frente laqueada (cerrada) para evitar que los ladrones puedan acercarse al chofer".
Dijo que cuando el atracador le exigió el dinero, se negó a entregárselo y llamó a la base para alertar sobre el robo.
Fue en ese momento cuando el atracador sacó el cuchillo y comenzó a apuñalarlo.
El atraco fue cometido el sábado 22 de noviembre, a las 11:00 de la mañana, en el sector Buswick, de Brooklyn.
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