Empresariado pide no politizar la reforma laboral

Sindicatos saludan opinión de Leonel Fernández

SANTO DOMINGO. El representante del empresariado en la discusión sobre la reforma al Código de Trabajo, Jaime González, consideró ayer que el tema no debe politizarse, en reacción a lo expresado por el ex presidente Leonel Fernández, quien dijo durante un foro sobre empleos en Uruguay, que "no se puede hablar de competitividad y productividad sobre la base de reducir las condiciones de vida de los trabajadores".

"Este es un tema muy serio, y no se debe estar manejando de manera politiquera", manifestó González, presidente de la Confederación Patronal de la República Dominicana (Copardom).

A juicio del empresario, "mientras el tema se quiera politizar, la creación de empleos será una utopía en la República Dominicana".

Desde el año pasado, cuando el presidente Danilo Medina designó una comisión para evaluar la posible reforma al Código de Trabajo vigente, los empresarios y los sindicalistas mantienen un pulseo sobre los puntos a tratar. El más polémico es la reducción o eliminación de la cesantía laboral (auxilio económico que da el contratante al empleado cuando se produce el desahucio).

Los sindicatos, encabezados por el presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), Rafael -Pepe- Abreu, reiteran que no aprobarán ningún punto que implique "echar hacia atrás" conquistas laborales de los trabajadores.

Y a diferencia del empresariado, Abreu saludó las declaraciones de Fernández, y dijo que son coherentes con la postura que mantuvo el ex mandatario sobre este tema durante sus últimos mandatos (2004-2008 y 2008-2012).

"Nosotros saludamos esa propuesta y decimos, que todos los líderes del país, sin importar la tendencia, deberían asumir esa actitud, porque demostrado está que quitándole a los trabajadores las conquistas no es verdad que va a haber un relanzamiento de la economía", comentó.

Actualmente, se espera que el Poder Ejecutivo designe al moderador del Diálogo Tripartito, escenario donde se discutirían los puntos a reformar. El empresariado mantiene una campaña publicitaria exponiendo las razones, que a su entender, deben reformarse y por qué. Los sindicatos, en cambio, no tienen prisa.