EDIMBURGO, Escocia. La emoción y la ansiedad están aumentando en Escocia en el último día de campaña antes de un referéndum sobre su independencia.
Los partidarios de la separación sienten que están cerca de la victoria, pero se preguntan si su avance en las encuestas será suficiente.
Los que desean permanecer en el Reino Unido temen que el país donde viven de pronto deje de existir.
La campaña ha sido pacífica, si es que acaso se ha calentado. Pero la gravedad de la inminente decisión está golpeando localmente mientras líderes políticos hacen sus apasionados discursos finales este miércoles. El jueves será la votación.
Cathy Chance, que trabaja para el Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña en Edimburgo, dice que se irá de Escocia si se independiza: "No creo que el mundo necesite otra barrera política".
Por otro lado, el activista del "Sí" Roisin McLaren dice que "casi puede saborear" independencia.
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