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lunes, 15 de septiembre de 2014

La Plaza de la Cultura o parqueo gubernamental

Dentro de la Plaza de la Cultura hay trece furgones.
Dentro de la Plaza de la Cultura hay trece furgones.
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SANTO DOMINGO. La Plaza de la Cultura, polígono urbano limitado por la avenida Máximo Gómez, y las calles Pedro Henríquez Ureña, César Nicolás Penson y Félix María del Monte alberga el edificio cultural más importante del país, el Teatro Nacional, la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña y los museos del Hombre, Historia Natural y de Arte Moderno. Además de todo lo expuesto es un importante lugar de estacionamiento para las instituciones gubernamentales que se encuentra en las zonas próximas.
En la Plaza de la Cultura tienen permiso para aparcar los empleados de la Tesorería Nacional, de la Dirección General de Presupuesto, la Superintendencia de Bancos y el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología. De otro modo, los conductores de estos vehículos estarían luchando por un puesto para aparcar en las calles Máximo Cabral, Leopoldo Navarro y todas las otras mencionadas, o pagando sumas de hasta cien pesos por la primera hora, para ir a uno de los parqueos privados del área.
A esto se suman las entradas a la Plaza que están cerradas y se encuentran en la calle Pedro Henríquez Ureña, las que sirven para el aparcamiento de varias unidades de taxis privadas. Independientemente de que impidan al transeúnte de a pie, caminar por la acera.
También aparcan allí los ciudadanos que viajan en el Metro y guardan sus vehículos en la estación Casandra Damirón.
Una empleada explicó a Diario Libre que las instituciones gubernamentales que estacionan en las seis grandes áreas de parqueos que existen en la Plaza tienen permiso expreso que emana de las altas autoridades del Ministerio de Cultura.
Además de estacionamiento, la Plaza de la Cultura sirve de depósito para trece furgones llenos de andamios metálicos. De los furgones hay tres detrás del Museo del Hombre Dominicano. Cinco detrás de la Biblioteca Nacional, los que también se llenan de agua y uno tiene un panal de abejas dentro y los otros cinco se oxidan en el área de parqueo más cercana al Teatro Nacional, sobre un área verde.

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