WASHINGTON.- Uno de los siete implicados en el asesinato del agente de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, en inglés) en Colombia el año pasado se declaró ayer culpable en una corte del estado de Virginia y cooperará con la Justicia del país norteamericano.
Julio Estiven Gracia Ramírez, de 31 años, admitió este miércoles en un acuerdo de culpabilidad haber participado en el secuestro y posterior asesinato del agente, una persona con protección internacional, informó el Departamento de Justicia estadounidense en un comunicado.
Ramírez conducía el taxi que recogió al agente especial James Terry Watson a la salida de un restaurante el 20 de junio de 2013 en Bogotá para someterle a un "paseo millonario", un secuestro frecuentemente rápido en el que se obliga a la víctima a sacar dinero de varios cajeros automáticos.
Junto a Ramírez actuaron otros seis miembros de una banda conocida como "Los Canarios", que intentaron sin éxito robar al agente y le agredieron con una picana eléctrica antes de apuñalarle.
Watson logró escapar del taxi pero murió horas después a consecuencia de sus heridas en una clínica de la capital colombiana.
Ramírez, extraditado en Estados Unidos como los otros seis presuntos secuestradores, recibirá su sentencia el 5 de diciembre de este año y en los próximos meses se ha comprometido a colaborar con la Justicia.
Los otros seis acusados se han declarado inocentes hasta el momento y cinco de ellos enfrentan cargos de asesinato en segundo grado, secuestro y conspiración para secuestrar que se resolverán en un juicio programado para el 12 de enero de 2015.
Se trata de Gerardo Figueroa Sepúlveda, de 39 años; Omar Fabián Valdés Gualtero, de 27; Edgar Javier Bello Murillo, de 27; Héctor Leonardo López, de 34; y Andrés Álvaro Oviedo-García, de 22, acusado también de agresión.
Wilson Daniel Peralta-Bocachica, de 31 años, está acusado de intentar destruir las pruebas relacionadas con el asesinato del agente estadounidense y será juzgado el mismo día que los otros cinco presuntos secuestradores.
En virtud del acuerdo de extradición, Colombia no permite que sus nacionales sean juzgados por hechos distintos a los de ese caso concreto ni castigados con pena de muerte o cadena perpetua, ambas prohibidas en el país latinoamericano. También se les deberán descontar los días que permanecieron en prisión preventiva en su nación de origen.
Con motivo del acuerdo de culpabilidad de Ramírez, el secretario de Justicia estadounidense, Eric Holder, hizo una advertencia que cobra especial relevancia en un momento en el que Estados Unidos está sacudido por las recientes decapitaciones de dos periodistas de esa nación decapitados a manos de los yihadistas del Estado Islámico (EI) en Siria.
"Nuestra nación nunca se rendirá en la protección y la defensa de sus ciudadanos. Continuaremos demostrando que cualquiera que haga daño a un estadounidense será encontrado, procesado y llevado ante la Justicia", afirmó el fiscal general estadounidense.
Sobre el caso del agente asesinado en Colombia subrayó que el Departamento de Justicia "no descansará hasta que todos los involucrados en este acto de violencia sin sentido hayan rendido cuentas por sus delitos".
"El agente especial Watson dio su vida sirviendo a su país y nosotros haremos todo lo que esté en nuestra mano para honrar su sacrificio", añadió Holder.
Cuando murió, el agente de la DEA llevaba tres años destinado en la ciudad caribeña de Cartagena y se había casado con una colombiana tan sólo dos meses antes de su asesinato.
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