De la Rosa y Carpio apoya lucha de Domínguez Brito contra la corrupción

Alerta sobre atentados contra los jueces que quieran aplicar las leyes

SANTIAGO.-El arzobispo metropolitano local, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, dijo que apoya la postura que ha asumido el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, ante algunos casos de corrupción.

Expresó que los representantes del Ministerio Público deben estar preparados, ya que los miembros del imperio del mal van a contraatacar.

"La percepción general que hay en el país es que se está atacando al procurador general de la República, lo cual tiene mucho sentido, si recordamos que el asunto comenzó con el agente policial que servía de seguridad en la casa de la madre del procurador general", subrayó monseñor de la Rosa y Carpio.

En tal sentido alertó sobre atentados, no solo morales, sino físicos de que podrían ser objetos los jueces que intenten aplicar todo el peso de la ley contra quienes han transgredidos los principios morales o legales de la nación.

"Todos los que trabajan para atacar el mal deben ser como las palomas, pacientes y obedientes, pero sabios y astutos como las serpientes", dijo.

Sobre los últimos casos de violencia registrados en el país, asegura que toda la sociedad está "estupefacta".

"Todos estamos estupefactos de lo que ha acontecido, porque jamás pensábamos que iban a ocurrir, estando yo en Colombia, se producían esos hechos y decía que jamás vería eso en la República Dominicana", subrayó monseñor de la Rosa y Carpio.

Dijo que ante esta situación, las autoridades deben trabajar de forma unificadas.

"Nosotros tenemos que ver las fuerzas que están interesadas en crear estos actos o atentados de terror, por qué lo hacen, los intereses son siempre los mismos, intereses económicos, políticos y de poder, y quizás por la búsqueda de placer", subrayó monseñor de la Rosa y Carpio.

Precisó que las autoridades están conminadas a trabajar de manera unidas, ya que si hay división no se llega a nada bueno.

Las declaraciones de monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio se produjeron al concluir el ceremonial religioso con el cual la Iglesia Católica sepultó en la Cripta de la Catedral Santiago Apóstol, los restos mortales del obispo monseñor Roque Antonio Adames Rodríguez, luego que fueran exhumados de la parroquia la Anunciación de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, donde permanecieron por cinco años.