Ella y su esposo, Dan Díaz, se mudaron de California porque ese estado no permite la muerte asistida
PORTLAND, Oregon, EE.UU. Una joven que se mudó a Oregon para aprovechar la ley estatal de suicidio asistido murió luego de tomar las drogas letales prescritas por un médico, informó el domingo el vocero de una organización.
A Brittany Maynard, de 29 años, le diagnosticaron cáncer cerebral en Año Nuevo y los médicos le dieron seis meses de vida. Ella y su esposo, Dan Díaz, se mudaron de California porque ese estado no permite que pacientes con enfermedades terminales se quiten la vida con drogas letales recetadas por un médico.
Maynard se convirtió en una reconocida defensora a nivel nacional de la organización Compassion & Choices, que trata de aprobar leyes de muerte asistida en más estados.
Sean Crowley, portavoz de Compassion & Choices, dijo en un comunicado el domingo por la noche que Maynard falleció el sábado "como ella se lo propuso; en paz en su habitación, en brazos de sus seres queridos".
Crowley dijo que Maynard "sufría ataques cada vez más frecuentes y prolongados, severos dolores de cabeza y cuello, y síntomas similares a los de los derrames cerebrales. Cuando los síntomas se hicieron más fuertes, ella eligió acortar el proceso de muerte tomando una droga que había recibido hace un mes".
La historia de Maynard, junto con fotografías de su día de bodas antes de enfermar, recibió atención en todo el mundo y generó un debate sobre los suicidios asistidos por médicos.
A Brittany Maynard, de 29 años, le diagnosticaron cáncer cerebral en Año Nuevo y los médicos le dieron seis meses de vida. Ella y su esposo, Dan Díaz, se mudaron de California porque ese estado no permite que pacientes con enfermedades terminales se quiten la vida con drogas letales recetadas por un médico.
Maynard se convirtió en una reconocida defensora a nivel nacional de la organización Compassion & Choices, que trata de aprobar leyes de muerte asistida en más estados.
Sean Crowley, portavoz de Compassion & Choices, dijo en un comunicado el domingo por la noche que Maynard falleció el sábado "como ella se lo propuso; en paz en su habitación, en brazos de sus seres queridos".
Crowley dijo que Maynard "sufría ataques cada vez más frecuentes y prolongados, severos dolores de cabeza y cuello, y síntomas similares a los de los derrames cerebrales. Cuando los síntomas se hicieron más fuertes, ella eligió acortar el proceso de muerte tomando una droga que había recibido hace un mes".
La historia de Maynard, junto con fotografías de su día de bodas antes de enfermar, recibió atención en todo el mundo y generó un debate sobre los suicidios asistidos por médicos.
La joven había dicho a los reporteros que planeaba quitarse la vida el 1 de noviembre, menos de tres semanas antes de su 30 cumpleaños, pero posteriormente dijo que se sentía lo suficientemente bien como para posponer el suicidio asistido. Maynard recalcó que no tenía tendencias suicidas pero que deseaba morir bajo sus propias condiciones y se reservaba el derecho a retrasar o adelantar la fecha de su muerte.
La decisión pública de Maynard convirtió al movimiento del derecho a morir con dignidad en algo real e inmediato para una generación de personas muy jóvenes que han enfrentado su propia mortalidad. La juventud y candor de Maynard, sus planes simples pero conmovedores -morir en la casa de Oregon que comparte con su esposo- atrajeron a una audiencia mundial: su video en YouTube ha sido visto más de 9,3 millones de veces; su página web para recaudar fondos fue visitada más de cuatro millones de veces e incluyó visitas desde lugares tan lejanos con Tayikistán, Islandia, Siria y Burkina Faso.
Los electores en Oregon aprobaron la ley para morir con dignidad en 1994 y la ratificaron en 1997 con un voto de 60% a favor y 40% en contra.
La decisión pública de Maynard convirtió al movimiento del derecho a morir con dignidad en algo real e inmediato para una generación de personas muy jóvenes que han enfrentado su propia mortalidad. La juventud y candor de Maynard, sus planes simples pero conmovedores -morir en la casa de Oregon que comparte con su esposo- atrajeron a una audiencia mundial: su video en YouTube ha sido visto más de 9,3 millones de veces; su página web para recaudar fondos fue visitada más de cuatro millones de veces e incluyó visitas desde lugares tan lejanos con Tayikistán, Islandia, Siria y Burkina Faso.
Los electores en Oregon aprobaron la ley para morir con dignidad en 1994 y la ratificaron en 1997 con un voto de 60% a favor y 40% en contra.
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