Vela de la República Dominicana espera coronarse en los Juegos Centroamericanos 2014

En cita de Mayagüez en 2014, el país alcanzó la medalla de plata, algo que esperan repetir ahora

Andrea González del Rey y Guillermo Flaquer.

SANTO DOMINGO. El deporte de la vela dejó su estela en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez 2010. Raúl Aguayo fue el responsable de subir al podio al ganar medalla de plata en la modalidad láser standard masculino.

En esta edición, Guillermo Flaquer persigue navegar por la misma ruta, sino, escalar en un mejor lugar. No sólo él, Andrea González del Rey, quien competirá en sunfish, está un poco más tímida en su intención, pero no menos hambrienta de un podio. “En verdad esperamos dar lo mejor que tenemos. Nos hemos preparado (bien) para poner el país en alto”, expresó González Del Rey.

Ella, un poquito más conservadora, no se lanza a garantizar medalla. “Voy -a Veracruz- con la mentalidad de dar lo mejor”, dice.

Flaquer persigue otros horizontes. “En nuestro caso vamos con una expectativa de conseguir una medalla”, dice Flaquer. “Creemos que hay una gran oportunidad de poder entrar en el podio para los Juegos”.

La fase preparatoria es una de las razones que motiva a Flaquer a considerar la posibilidad de un podio.

En los últimos meses, además de los entrenamientos en Dominicana, han tenido algunas competencias fuera, hace un par de semanas estuvo en el Campeonato Panamericano Láser Standard, en Paracas, Perú (17 al 26 de octubre), en el cual participaron la mayoría de los atletas que irán a Veracruz”.

La competencia de vela se desarrollará en la Marina Veramar, de Playa Gaviotas del 23 al 29 de noviembre.

Ante lo inesperado

Ganar la medalla en este deporte sugiere vencer una serie de situaciones que normalmente trae consigo el escenario de competencia, que es el agua. Explica Flaquer que es un deporte muy complicado, porque influye mucho la corriente, la marea, el viento que son elementos que no se puede controlar.

Los nervios aquí pueden jugar una pasada, pero “no”, dice González. “Nervios no, solamente hay que adaptarse a las condiciones que presenta el clima. Ajustar el barco y dar un poco lo que tiene”, explica.