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viernes, 3 de octubre de 2014

Estados Unidos vigila a centenar de personas por ébola

Aíslan familia de enfermo por virus en Dallas

Personal de la Cruz Roja vigila cuarentena familia de paciente.
Personal de la Cruz Roja vigila cuarentena familia de paciente.
ATLANTA. Las autoridades sanitarias de Estados Unidos aislaron ayer en su domicilio a la familia del enfermo de ébola en Dallas y ampliaron la vigilancia médica a cerca de un centenar de personas del entorno del infectado.
Aunque ningún familiar del enfermo, Thomas Eric Duncan, ha evidenciado síntomas de haber contraído el ébola, las autoridades pusieron en cuarentena a su pareja, su hijo y dos sobrinos bajo la amenaza de afrontar cargos criminales si abandonan el domicilio.
Todos ellos recibirán asistencia médica y comida en el domicilio hasta que el próximo 19 de octubre concluya el aislamiento a que les someten las autoridades sanitarias.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. no descartan que haya más casos de ébola entre las personas que estuvieron en contacto con el paciente, que llegó de Liberia el 20 de septiembre y fue ingresado el domingo 28.
“Seguimos confiados en que vamos a poder contener cualquier propagación del ébola en Estados Unidos, aunque sabemos que pueden surgir otros casos adicionales y, si esto ocurre, ya tenemos medidas establecidas para manejarlo”, aseguró el director de los CDC, Thomas Frieden, en una conferencia de prensa en Atlanta (Georgia).
Expertos de los CDC se trasladaron a Texas para asistir en las labores de investigación e identificación de aquellos que pudieron estar en contacto con el enfermo y con las personas con las que él estuvo en contacto, que hasta ahora estiman pueden ser un cerca de un centenar.
Entre los vigilados están las tres personas que trasladaron en la ambulancia a Duncan al hospital, y que han dado negativo a las pruebas de laboratorio que les practicaron.
Con el fin de disminuir el riesgo de contagio, se ha aislado a la familia de Duncan en su casa y se les ha prohibido recibir visitas durante los 21 días que dura la incubación de la enfermedad, y de no cumplir con las imposiciones podrían enfrentar cargos criminales.
Pero el aumento del número de personas que podrían haber estado en contacto con el paciente ha despertado el temor de contagio en la comunidad y ha provocado que muchos padres hayan optado por no llevar a sus hijos a las escuelas a las que acudían alguno de los cinco menores que estuvieron en contacto con Duncan.

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