Bogotá, (EFE).- El oleoducto Caño Limón-Coveñas, ubicado en el noreste de Colombia y cuya actividad está paralizada desde el pasado 25 de marzo a causa de un ataque guerrillero, fue blanco de un nuevo atentado que ocasionó un derrame de crudo acumulado en la tubería, informaron ayer fuentes oficiales.
El nuevo ataque, que fue registrado este viernes en el municipio de Cubará, en el departamento de Boyacá (centro), puede provocar una emergencia ambiental por el vertido de petróleo, advirtió a medios locales el alcalde de esa localidad, John Jairo Alonso.
El alcalde expresó su preocupación por la situación ya que la mancha de crudo puede llegar a contaminar ríos de la región que son afluentes del Arauca, que marca frontera con Venezuela.
Según dijo Alonso a los periodistas, el daño al ecosistema afecta a las comunidades de la zona y a los habitantes de los vecinos departamentos de Arauca y Norte de Santander (noreste).
Por esta razón, y de manera preventiva, se ha prohibido el consumo de agua especialmente a los habitantes de Cubará y a los de Arauquita, en Arauca, mientras se controla la emergencia.
El atentado, perpetrado supuestamente por guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), se registró un día después de que el Gobierno y la comunidad U'wa llegaran a un acuerdo para que los indígenas permitan el acceso de técnicos encargados de reparar otro tramo del mismo oleoducto destruido el 25 de marzo en La China, municipio de Toledo (Norte de Santander), cercano a Cubará.
El nuevo ataque, que fue registrado este viernes en el municipio de Cubará, en el departamento de Boyacá (centro), puede provocar una emergencia ambiental por el vertido de petróleo, advirtió a medios locales el alcalde de esa localidad, John Jairo Alonso.
El alcalde expresó su preocupación por la situación ya que la mancha de crudo puede llegar a contaminar ríos de la región que son afluentes del Arauca, que marca frontera con Venezuela.
Según dijo Alonso a los periodistas, el daño al ecosistema afecta a las comunidades de la zona y a los habitantes de los vecinos departamentos de Arauca y Norte de Santander (noreste).
Por esta razón, y de manera preventiva, se ha prohibido el consumo de agua especialmente a los habitantes de Cubará y a los de Arauquita, en Arauca, mientras se controla la emergencia.
El atentado, perpetrado supuestamente por guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), se registró un día después de que el Gobierno y la comunidad U'wa llegaran a un acuerdo para que los indígenas permitan el acceso de técnicos encargados de reparar otro tramo del mismo oleoducto destruido el 25 de marzo en La China, municipio de Toledo (Norte de Santander), cercano a Cubará.