JERUSALÉN.- Los presidentes israelí, Simón Peres, y palestino, Mahmud Abás, se sumarán mañana a una oración por la paz en Oriente Medio organizada en El Vaticano por el papa Francisco, que con ello aspira a dar a la diplomacia vaticana una dimensión más espiritual que política.
Peres viajará al Vaticano mañana, domingo, confirmaron a Efe fuentes de la presidencia israelí, en tanto que Abás abandonó la zona hoy, sábado, y viajará a Roma vía El Cairo, dijeron fuentes palestinas.
Ambos participarán mañana, domingo, en un acto religioso convocado por el Pontífice para "invocar" a la paz en Oriente Medio, un evento gestado a raíz de su reciente peregrinación a Tierra Santa a finales de mayo.
"En el centro de la reunión estará el encuentro de Francisco con Peres, Abás y un grupo de rabinos, líderes religiosos cristianos e imanes destacados, para alentar a la paz a todos los creyentes judíos, musulmanes y cristianos en todo el mundo", se afirma en una nota oficial difundida por la presidencia israelí.
El encuentro, el primero de este tipo, trata de involucrar a líderes religiosos en la resolución del histórico conflicto de la región.
Se trata de una postura que Peres defiende desde hace ya años y que expresó públicamente durante la recepción que ofreció al Papa el pasado 25 de mayo en Jerusalén.
Hasta hace poco más de una década, los principales políticos de la zona trataban de marginar la religión del conflicto político, en la creencia de que la participación de líderes religiosos solo complicaría aún más la situación y haría imposible llegar a una salida pacífica por la intransigencia de sus postulados.
También el Vaticano, que hace ya tres décadas abandonó su postura oficial de querer ser parte de cualquier arreglo político en Jerusalén, ha contribuido a este cambio de percepción en la zona y ha hecho posible un diálogo interreligioso a favor de la paz.
Aún así, en el encuentro de mañana, que comenzará a las 18.15 hora local (16.15 GMT), las partes han tenido que superar todo tipo de sensibilidades religiosas, como el de que la oración no tuviera lugar en un lugar con imaginería cristiana, algo que judíos y musulmanes tienen tajantemente prohibido.
El acto religioso se celebrará en un lugar al aire libre y sin connotaciones religiosas de ningún tipo, en un rincón de forma triangular de los Jardines Vaticanos, rodeado de frondosos arbustos y desde el que se divisa la cúpula de la basílica de San Pedro.
Tampoco habrá una oración conjunta, sino un programa por actos en el que los judíos leerán versículos del Antiguo Testamento que invocan a la paz, los cristianos del Nuevo Testamento y los Musulmanes del Corán.
"La ceremonia tendrá un formato extraordinario que respetará las tres religiones, en el que cada lectura se hará de acuerdo a cada religión", agrega el comunicado oficial israelí.
La ceremonia concluirá con palabras de Francisco, Peres y Abás, que no contendrán motivos políticos sino espirituales y que también invocarán a la ansiada paz y hermandad entre los pueblos.
En la ceremonia también instarán los participantes a dejar de emplear el nombre de Dios con fines violentos o terrorismo.
Desde el Vaticano se ha informado de que, antes de la ceremonia, el pontífice recibirá primero a Peres y después a Abás y mantendrá unos minutos de reunión por separado con cada uno.
Posteriormente, los tres se encontrarán en la recepción de Santa Marta y se trasladarán al lugar del evento junto con el patriarca ecuménico y líder de la Iglesia ortodoxa, Bartolomé I, quien también ha sido invitado a esta jornada de oración.
La delegación israelí incluirá a miembros del Rabinato y a guías espirituales de las minorías cristiana, musulmana y drusa que conviven en el país, en tanto que la palestina a miembros de la mayoría musulmana y de la minoría cristiana.
Con motivo del inusual encuentro, el papa Francisco escribió hoy en su cuenta de la red social Twitter que "la oración lo puede todo" y pidió rezar por la paz en Oriente Medio y en todo el mundo como premisa a la reunión de mañana en el Vaticano, una petición que parece haber tenido ya algún efecto en el continente americano.
Líderes musulmanes, judíos y católicos se reunieron el viernes en la Catedral de Los Ángeles para orar por la paz mundial, mientras que la Iglesia Católica argentina convocó, también ayer, a todo el país a guardar un minuto de silencio y oración.