Adriano Román movió 750 papeletas de RD$2 mil para matar a Jordi
SANTIAGO. El pasado miércoles 4 de junio, el Tribunal Colegiado de esta ciudad que conoce el expediente relacionado con la tentativa de asesinato contra Jordi Veras, decidió que se escuchara íntegra la conversación sostenida en la cárcel de Rafey, en fecha 24 de mayo de 2010, entre los imputados Adriano Román Román y Franklin Reynoso, captada mediante dispositivo de grabación móvil Mp4.
En la misma, Reynoso presiona a su compadre por la entrega de una parte del dinero, que estaba en la casa de una persona amiga de Román, pero éste se negaba con el alegato de que no se había cumplido con la encomienda de eliminar a Jordi Veras.
Diario Libre tuvo acceso a la grabación escuchada en la sala de audiencia del tribunal, la que presentamos a continuación, en dos entregas:
Adriano Román: Pagar, eso es delicado; eso no es todo, hazme el trabajo y toma, no es inteligente. Lo primero que yo tengo que hacer es no complicar a ninguna de la gente mía, no meterlos en eso, eso es lo primero que yo tengo que hacer. Entonces, yo lo tenía arreglado de la siguiente manera, yo le dije a la oficina mía, no por teléfono, que me metiera en un maletín plástico, igual al que yo tengo aquí, setecientas cincuenta papeletas de dos mil pesos, y que lo sellara con masking tape y que se lo mandaran a fulano de tal. Ese fulano de tal, es una persona de mi confianza, amigo mío. A ese fulano yo le dije que eso que había dentro del maletín, era para yo contribuir con la campaña de un político ahora, en esta campaña. Que yo lo iba a mandar a buscar un día común; pero hace un mes, más de un mes. Pero la idea era, cuando el trabajo estuviera hecho, yo mandaba otra vez y era otro día, para que se entregara ese maletín al Dorado, donde él llevó los dos mil pesos, eso es una manera de que yo no comprometo a nadie. La oficina mía no sabe, entonces, la oficina mía mandó eso hace más de un mes, la oficina mía no sabe, tú ves, pa' qué es eso? Con todo, y además que él maneja el dinero mío, la oficina mía no sabe.
Franklin Reynoso: Jorge lo sabe.
Adriano Román: Llévele eso al fulano. El amigo mío que lo recibió, yo lo que le dije fue que eso era para una contribución por política; yo doy cuartos, yo he dao cuartos, no es la primera vez. Yo le he dao cuartos a dos o tres políticos. En esta campaña y en la anterior y en todas; yo siempre doy cuartos. Entonces, hecho el trabajo, yo le mandaba a decir a esa persona que Jorge iba a buscar la encomienda, para llevarlo al Dorado, donde llevó los dos mil pesos. Entonces, la oficina mía no sabe, Jorge no sabe, el amigo mío ese no sabe, nadie sabe na'. Entonces, la persona que tenía eh, la encomienda, yo lo llamé ayer, porque es una persona de mi confianza, un gran amigo mío, lo llamé ayer, para saludarlo. Me dice, yo si me alegro de que tú me llamara, yo si me alegro; oye bien, la responsabilidad que yo tengo me está resultando un inconveniente; yo salgo con la mujer mía y no me atrevo a pasarme mucho rato fuera de mi casa, yo salgo donde los padres de la mujer mía y es loco porque pase una hora, o hora y media, para volver juyendo para la casa, porque no me atrevo a dejarla mucho tiempo sola, no se vaya a meter un ladrón y llevarse eso. Qué cosa? Yo le dije. Yo no le he dicho cuánto es que tiene; pero él sabe que son unos cuartos buenos. Además para una campaña política, Adriano Román no le puede dar mil pesos a un político. Eh, yo no lo puedo obligar, pero además, él tiene razón, él tiene razón. Ahora, no es que yo he desistido, sino que, el muñeco, de momento, se descompuso, el muñeco se descompuso de momento, y ya los cuartos no están donde estaban. Ahora tenemos que armar otro muñeco, tenemos que armar otro muñeco.
Franklin Reynoso: Compadre, compadre, yo a usted lo quiero mucho y le agradezco.
Adriano Román: Pero tú me entiendes verdad?
Franklin Reynoso: Usted, yo soy amigo suyo compadre, oiga, a los amigos se le tiene consideración, oyó? A parte de ser amigo, compadre; y ser leal y ser leal, compadre. Mire bien, oiga, usted sabe muy bien que usted, Primavera ha ido a mi casa, usted ha mandado a Jorge a mi casa, le traen cosas y yo soy muy amigo suyo, nos hicimos compadres. Los amigotes míos quedamos en que se iban a lamber al licenciado ese, al tal Jordi Veras, y se lo van a lamber, se lo van a lamber; pero óigame qué pasa.
Adriano Román: Eso es sin precio.
Franklin Reynoso: Compadre.
Adriano Román: Es sin precio.
Franklin Reynoso: Sí, pero, escúcheme.
Adriano Román: Es sin precio. Cosa de minuticos.
Franklin Reynoso: Sí, pero óigame.
Adriano Román: Qué cosa quieren?
Franklin Reynoso: Quedamos en que usted le iba a entregar setecientas cincuenta papeletas, no es verdad? Ellos a mí, de eso, no me van a dar un chele, un chele. Yo me estaba comunicando con ellos ayer y no me pude comunicar, parece que se les descargó el celular y hoy estoy insistiendo comunicarme con ellos, para explicarles que hay problemas; pero yo todavía no me he comunicado con ellos; entonces…
Adriano Román:Conversa con ellos.
Franklin Reynoso: Pero oiga lo que le voy a decir compadre.
Adriano Román: Comunícate con ellos.
Franklin Reynoso: Esa gente han gastado tiempo y dinero, yo no tengo dinero para pagarle a esa gente.
Adriano Román: Pero mientras tanto, lo que tú tienes que hacer, comunícate con esa gente rápido.
Franklin Reynoso: Pero yo estoy tratando compadre, pero parece que se descargaron los celulares.
Adriano Román: Oye, pero con gente con quien tú no te puedas comunicar, qué negocio puede hacer usted?
Franklin Reynoso: No, porque ellos tienen, pues ellos tienen dos celulares, pero parece, como están aquí. Sabe que esos celulares, ahora, yo lo que sé es que ellos están en eso, que ellos no lo han hecho porque no han podido compadre, porque ellos no hacen nada con hacer algo y caer presos.
Adriano Román: Es que, yo no puedo, yo no puedo estar todos los días. Tú me dijiste un día, eh, ponga las noticias mañana por la mañana que ya es mañana y yo a las seis de la mañana poniendo las noticias. Eh, no pasa de hoy, no pasa de mañana. Yo no puedo estar en eso tampoco. Yo tampoco puedo estar en eso.
Franklin Reynoso: Sí, pero, óigame.
Adriano Román: Además el tiempo que yo estoy esperando eso, estoy dejando de hacer una diligencia por otro lado.
(Continuará)