Los escenarios en que se pueden encontrar son diversos, pero todos tienen en común una triste condición. Su salud mental está afectada y deambulan por las calles como si fuera un camino sin peligro, donde los vehículos no son un obstáculo al momento de caminar o cruzar las vías.
Los puentes y elevados de la capital se han convertido en el techo que los cubre de la lluvia y de vez en cuando, el lugar donde conciben el sueño. Tener una vida nómada los ha llevado a adoptar un lugar cualquiera para realizar sus necesidades fisiológicas.
Las personas con esta enfermedad viven una realidad que los encierra en su propio ser. Se alimentan de los desechos y las migajas que logran encontrar en botes de basura o de la caridad de quienes se sienten motivados a extenderles una mano solidaria.
A pesar de su inestabilidad mental, muchos de estos ciudadanos en condición es pecial se muestran dóciles y sonríen, mientras otros no pueden evitar una actitud agresiva y de rechazo.
La mayoría de los que se logran visualizar en las principales calles de Santo Domingo como las avenidas España, John F. Kennedy, 27 de Febrero y Duarte, visten poca ropa, sucia, maloliente y en precario estado. Otros simulan ser determinados personajes y usan prendas que los caracterizan.
Las condiciones infrahumanas en que estas personas sobreviven las hacen vulnerables a cualquier riesgo y todo parece indicar que están abandonados, ya que muchos no tienen vínculos familiares.
Falta de presupuesto
Frente a esta deplorable panorámica, el psiquiatra José Miguel Gómez, entiende que hace falta la formulación y aplicación de políticas públicas.
“En República Dominicana el problema con los enfermos mentales de las calles es el bajo presupuesto que se destina a la salud mental. Del presupuesto nacional de Salud Pública apenas 0.8% se dedica a salud mental”, puntualizó al señalar que en otros países se dispone de 3%, 6% y hasta 8%, especialmente en los desarrollados.
El especialista sostiene que ese monto no alcanza para darle respuesta a ese tipo de servicio. “En todos los países del mundo con estructuras de respuesta de salud mental, los enfermos mentales que andan por las calles, hay unidades, los recogen, los ingresan en hospitales de medio camino, de día o de noche, y reciben programas de rehabilitación social, donde esas personas se higienizan, se medican, pueden insertarse a nivel familiar”, precisó Gómez.
El expresidente de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría precisó que la mayoría de las personas en este estado padecen esquizofrenia, bipolaridad, demencia y hasta discapacidad, aunque resaltó que también hay indigentes.
Gómez abogó porque se declare en emergencia el hospital psiquiátrico Padre Billini, ya que opera con precariedades, está en hacinamiento y abandonado por el sistema de salud, que solo lo subvenciona con RD$1.5 millones, “que no dan ni para una quincena”.
SUGIEREN MÁS CENTROS PSIQUIÁTRICOS
El director de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública, José Mieses Michel, dijo que es lamentable el estado del hospital psiquiátrico Padre Billini, lo que atribuye a que es una infraestructura arcaica que ha soportado ya varias remodelaciones.
En ese orden, adelantó que están trabajando en una propuesta para incluir centros de atención en todos los hospitales del país, tras indicar que ya existen algunas unidades de Psiquiatría en el Moscoso Puello, Luis Eduardo Aybar, el Padre Billini, Juan Pablo Pina y otros centros, donde reciben enfermos mentales.
“ Los pacientes del psiquiátrico Padre Billini deberían ser atencidos en centros comunitarios”, planteó.
Otra medida, precisó Mieses Michel, sería la instalación de centros de día, especiales para tratar a esos pacientes psiquiátricos, pero aseguró que es necesario un mayor presupuesto.
Esto ayudaría a que se descongestione el hospital conocido como “El 28”.
En ese orden, precisó que hay una unidad comunitaria de este tipo en Gualey, y que proximamente levantarán una en La Vega.
Mieses Michel aseveró que las atenciones que se brindan en la unidad psiquiátrica Ramón Rey Ardí, tambien son de calidad y con un equipo completo.
El especialista hizo un llamado a los familiares y allegados de ciudadanos que presentan esta sintomatología, ya que si se atienden a tiempo y reciben un tratamiento constante, su condición puede cambiar y evitar que se conviertan en enfermos en estado crítico, como los que deambulan por las calles.
Mientras que Gómez apoyó el planteamiento de que se instalen consultorios psiquiátricos en todos los centros de salud y así evitar los manicomios. “En cada hospital de autogestión, regional, provincial, deben de haber unidades de salud mental, unidades para darles respuestas a los pacientes”, enfatizó.