MIAMI. Pat Riley se paró detrás del estrado el lunes para presentar al nuevo base de Miami, Shabazz Napier, el único jugador que el Heat tomó en el draft de la semana pasada.
La presentación de Napier duró 20 minutos; Riley se fue luego de poco más de tres.
"Voy a volver a la oficina con Andy a calcular algunas cifras", dijo Riley antes de subir las escaleras a las oficinas ejecutivas con el vicepresidente principal de Miami y gerente general, Andy Elisburg.
El presidente del Heat no quiso ser irrespetuoso, y nadie lo percibió de esa forma. El mercado de agentes libres espera, y lo que sea que él y Elisburg hayan sacado de su sesión de cálculos monetarios en la víspera de la época de compras en la NBA podría definir el curso del Heat por muchos años.
A partir de la noche del martes, cuando comience el mercado de agentes libres alrededor de la liga, Riley estará de nuevo en acción. La mente maestra que consiguió en 2010 para Miami a los agentes libres LeBron James y Chris Bosh, además de retener a Dwyane Wade, buscará superarse a sí mismo en esta ocasión, mientras que él y la gerencia del Heat buscarán no sólo conservar a esos tres astros, sino también rodearlos de lo que sea que necesiten para que alcancen un quinto viaje seguido a la final de la NBA consecutivo, la próxima la temporada.
"De esto se tratan los desafíos", dijo Riley. "El reto no es más que ir por el premio mayor y superar lo ya logrado".
Riley hizo el comentario a finales del año pasado, cuando habló en el comienzo del curso decembrino de la Universidad de Miami. Y aún tiene validez; Riley es conocido por utilizar las frases que le gustan en varias ocasiones, como cuando dice que al trabajar en el basquetbol, trabaja "en el departamento de juguetería de asuntos humanos".
Pero lo que le haya dicho a James, Wade y Bosh en 2010 tal vez no sea necesario en esta ocasión. Ni siquiera tenía planeado agendar citas a las 12:01 del martes, un cambio en sus tácticas iniciales de hace cuatro años. Wade y Bosh aún no han programado reuniones con el Heat, y James va rumbo a Brasil para disfrutar del Mundial de fútbol.
Con James, Wade y Bosh rescindiendo sus contratos, y Udonis Haslem optando por no ejercer una opción por 4,6 millones de dólares en el suyo, Miami tendría cerca de 55 millones de dólares en el tope salarial para manejar en el próximo par de semanas. Podría ser suficiente para mantener a los "Tres Grandes" y darles las piezas que necesitan para aspirar el próximo año a otro campeonato. De no ser así, ni siquiera el peor de los escenarios es tan malo para Miami.
"No siempre son los jugadores los que tienen ventaja porque en el peor escenario, podríamos tener más espacio que nadie en la NBA o en la historia de la NBA si todos deciden salirse e irse a otro equipo", dijo Riley. "No planeo que suceda eso".
La presentación de Napier duró 20 minutos; Riley se fue luego de poco más de tres.
"Voy a volver a la oficina con Andy a calcular algunas cifras", dijo Riley antes de subir las escaleras a las oficinas ejecutivas con el vicepresidente principal de Miami y gerente general, Andy Elisburg.
El presidente del Heat no quiso ser irrespetuoso, y nadie lo percibió de esa forma. El mercado de agentes libres espera, y lo que sea que él y Elisburg hayan sacado de su sesión de cálculos monetarios en la víspera de la época de compras en la NBA podría definir el curso del Heat por muchos años.
A partir de la noche del martes, cuando comience el mercado de agentes libres alrededor de la liga, Riley estará de nuevo en acción. La mente maestra que consiguió en 2010 para Miami a los agentes libres LeBron James y Chris Bosh, además de retener a Dwyane Wade, buscará superarse a sí mismo en esta ocasión, mientras que él y la gerencia del Heat buscarán no sólo conservar a esos tres astros, sino también rodearlos de lo que sea que necesiten para que alcancen un quinto viaje seguido a la final de la NBA consecutivo, la próxima la temporada.
"De esto se tratan los desafíos", dijo Riley. "El reto no es más que ir por el premio mayor y superar lo ya logrado".
Riley hizo el comentario a finales del año pasado, cuando habló en el comienzo del curso decembrino de la Universidad de Miami. Y aún tiene validez; Riley es conocido por utilizar las frases que le gustan en varias ocasiones, como cuando dice que al trabajar en el basquetbol, trabaja "en el departamento de juguetería de asuntos humanos".
Pero lo que le haya dicho a James, Wade y Bosh en 2010 tal vez no sea necesario en esta ocasión. Ni siquiera tenía planeado agendar citas a las 12:01 del martes, un cambio en sus tácticas iniciales de hace cuatro años. Wade y Bosh aún no han programado reuniones con el Heat, y James va rumbo a Brasil para disfrutar del Mundial de fútbol.
Con James, Wade y Bosh rescindiendo sus contratos, y Udonis Haslem optando por no ejercer una opción por 4,6 millones de dólares en el suyo, Miami tendría cerca de 55 millones de dólares en el tope salarial para manejar en el próximo par de semanas. Podría ser suficiente para mantener a los "Tres Grandes" y darles las piezas que necesitan para aspirar el próximo año a otro campeonato. De no ser así, ni siquiera el peor de los escenarios es tan malo para Miami.
"No siempre son los jugadores los que tienen ventaja porque en el peor escenario, podríamos tener más espacio que nadie en la NBA o en la historia de la NBA si todos deciden salirse e irse a otro equipo", dijo Riley. "No planeo que suceda eso".