Presidenta no suele referirse a traición de Jaime López, quien permanece como detenido-desaparecido
SANTIAGO, CHILE. La presidenta chilena Michelle Bachelet reveló que vivió como "una traición personal, a la causa" que su novio delatara en 1975 a sus camaradas socialistas tras ser apresado por la dictadura militar.
Bachelet, entonces de 24 años, estaba exiliada en la República Democrática Alemana junto a su madre cuando su novio, Jaime López, de 26 años, fue detenido en Chile por la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina), la policía represiva de la dictadura de Augusto Pinochet
"Hay dos versiones. La gente dice que él entregó ciertos nombres porque si no lo hacía me iban a matar a mí y a mi mamá en el extranjero", dijo Bachelet, militante del Partido Socialista.
"Fue muy duro para mí porque, entre otras cosas, yo tenía el tema del deber y lo viví como una traición personal, a la causa", agregó en declaraciones el jueves por la noche al programa "Yo, el que no conocías" del canal de televisión Chilevisión.
A casi 39 años de los hechos, admitió que su juicio ahora no es tan severo. "Hoy lo miro con una mirada más madura. Sin duda tengo reconciliada esa etapa".
Bachelet no suele referirse a la traición López, quien permanece como detenido-desaparecido, un hecho que marcó a la ahora mandataria, como la muerte en 1974 de su padre, el general Alberto Bachelet, por un infarto desencadenado por las torturas que le aplicaron en la cárcel en represalia por haber trabajado con el derrocado presidente Salvador Allende.
Tras la muerte de su padre, Bachelet y su madre trabajaron clandestinamente contra la dictadura militar (1973-1990) hasta que fueron detenidas en enero de 1975. Luego de dos semanas en un campo secreto de detención fueron trasladadas a un campo abierto de reclusión. La mandataria dijo que en ese recinto "recibí tortura psicológica esencialmente, y algunos golpes, pero no me parrillaron (aplicaron electricidad)".
Bachelet, de 23 años en esa época, fue liberada a fines de enero del mismo año y su madre permaneció detenida hasta comienzos de febrero, cuando fue conducida a un avión que la llevaría al exilio al que fue acompañada por su hija. Ambas retornaron a Chile en 1979.
Vivían exiliadas en Australia, cuando Bachelet recibió un llamado telefónico desde Alemania de López, de 26 años, lo que la decidió a trasladarse a la entonces república comunista.
Ambos novios se reencontraron en Berlín Oriental, donde López le expresa a ella y a otros dirigentes socialistas que teme ser detenido si regresa a Chile y les advierte que está seguro de no poder resistir la tortura, según el libro "La historia no oficial" de los periodistas Andrea Insunza y Javier Ortega, uno de las biografías no autorizadas más meticulosas sobre Bachelet.
Bachelet lo insta a volver y le dice que debe cumplir con sus tareas. López regresó y fue capturado por la policía represiva a fines de 1975. Detenidos sobrevivientes de uno de los peores campos de concentración, testificaron que se convirtió en un delator.