SANTO DOMINGO. La modificación del Código Penal, que incluye el principio del cúmulo de penas de hasta 60 años, sanciones a delitos como el sicariato, invasión y ocupación de tierras y otras infracciones con tipificaciones no esclarecidas en la legislación, constituye un punto trascendental para el país.
El planteamiento fue hecho por los juristas Ramón Antonio Veras (Negro), José Lorenzo Fermín y el ex juez Manuel Ulises Bonelly, quienes valoraron como un paso de avance los cambios en la norma.
Las modificaciones comprenden penas de hasta 60 años de prisión, eleva la pena máxima de 30 a 40 años, castiga por muertes de violencia doméstica hasta 40, y el secuestro con penas máximas de entre 20 y 30.
También tipifica los crímenes horrendos, la invasión y ocupación de tierras, condena el terrorismo, el uso del “ácido del diablo” y el sicariato.
Negro Veras manifiesta que lo mejor de la sociedad dominicana debe ver con buenos ojos el nuevo Código Penal, en la forma en que está estructurado.
“La familia dominicana y todos los sectores sensatos del país, que se han mantenido reclamando que un nuevo instrumento legal sirva de garantía a la seguridad y a la convivencia civilizada de la sociedad dominicana, creo que debe ver como positiva la redacción y aprobación de ese nuevo Código Penal”.
Opina que en sentido general, la parte sana del país ha salido fortalecida, y que el Congreso Nacional ha tomado una decisión que pone su sentir en el pensamiento de la población.
Aunque aclaró que los instrumentos legales no eliminan los delitos en la sociedad, entiende que con esa norma se le manda un mensaje de aliento y esperanza, en la actual coyuntura. Fermín asegura que un Código Penal como el actual, con 130 años de vigencia y que se trata del mismo aprobado en 1884, en un mundo totalmente diferente, y una criminalidad desbordada y con características muy disímiles, desde hace décadas ameritaba una revisión a profundidad.
Observa que después de la Constitución de la República, ese instrumento es el más importante en la legislación. “Obviamente, en la forma y en el fondo ese proyecto que acaba de ser aprobado, implica un salto cualitativo determinante en nuestro país”.
Afirmó que los operadores de justicia penal tendrán mejores instrumentos para luchar contra la criminalidad.
Puntualizó que hay un remozamiento del catálogo de infracciones, y se trata de una norma estructurada totalmente diferente al actual y más racional. “Yo creo que es un instrumento moderno, eficiente, que es un avance significativo a lo que es el Código actualmente en vigencia”.
De su lado, Bonelly sostiene que el Código Penal fue adoptado en 1884, y que por primera vez se le ha sometido a “una inmensa reforma”.
Asegura que se trata de una norma moderna, acorde con la realidad actual, porque incorpora una serie de conducta propia de estos tiempos, y que el vigente no alcanzaba.
“Por ejemplo, una de las últimas novedades que se incorporó en el Código es la agravante de estafa a los casos de las llamadas estafas piramidales”.
Indica que el legislador sanciona esas acciones de manera más enérgica. Cree que permitirá un combate más enérgico de la criminalidad.
Supresión
El abogado Namphi Rodríguez, presidente de la Fundación Presidente y Derecho, valoró que la supresión de las penas de privación de libertad por los delitos de difamación e injuria simples constituye un avance institucional en el nuevo proyecto de Código Penal, así como la abrogación del régimen procesal agravado cuando los mismos se cometen contra funcionarios públicos.