Distrito Federal.- Ramoncito, el adolescente implicado en dos homicidios, fue sentenciado a cinco años de confinamiento en una Comunidad de Tratamiento para Adolescentes en Conflicto con la Ley por el Juez Primero Especializado en Justicia para Adolescentes en Delitos Graves, del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
Cinco años es la sentencia máxima que puede alcanzar un menor de edad que ha cometido delitos graves, como el homicidio, entre otros, por lo que Ramoncito saldría libre pasados los 20 años de edad.
Ramoncito fue encontrado culpable de la comisión de dos homicidios ocurridos el 18 de agosto de 2013 en la confluencia de las calles Medinachelli y España, colonia Lomas Estrella, delegación Iztapalapa.
Ese día, el adolescente de 15 años se divertía en una fiesta patronal cuando se encontró con un rival de venta de narcóticos identificado como Silvano, con quien tuvo una discusión verbal. Ramoncito sacó un arma de fuego y asesinó al hombre.
Una mujer que pasaba por el lugar trató de detener a Ramoncito al ver que se escapaba, por lo que él le disparó sin miramientos en la cara y huyó.
Días después, en septiembre, el adolescente le disparó a un elemento de la Policía Bancaria e Industrial que custodiaba una camioneta de venta de cigarros. Quería robarle su arma de cargo. Si bien el agente no murió, jamás pudo recuperarse de las lesiones y quedó paraplégico.
A pesar de tener 15 años de edad, Ramoncito ya era líder en la distribución de narcóticos en la colonia Lomas Estrella, donde rentaba un par de cuartos donde vivía con su mamá, quien trabajaba como cajera en un centro comercial, y su hermana, que iba a la primaria.
El joven fue detenido gracias a que se capturó a una banda que portaba el arma que él le había robado al policía. Fueron ellos quienes dieron información referente a su paradero, así como de otro sujeto quien lo acompañaba el día que le disparó al agente.
Cuando fue detenido y llevado ante el Ministerio Público de la Fiscalía para la Atención de Niños, Niñas y Adolescentes de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, el menor se reservó su derecho a declarar y fue defendido por un abogado particular.
Los expertos advierten que los motivos por los que cometió tres asesinatos a tan corta edad no son claros, pero su entorno social y su crianza fueron fundamentales en el desarrollo de su personalidad tan agresiva.
Vecinos revelaron que el joven constantemente bebía y se le observaba consumiendo droga e inhalando activo. Mientras permaneció en las instalaciones de la PGJDF el joven nunca mostró signos de arrepentimiento o se quejó por el hecho de haber sido capturado.
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