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lunes, 25 de agosto de 2014

¿Un US Open para la nueva generación del tenis?

El dominicano Víctor Estrella está en el US-Open (efe),
El dominicano Víctor Estrella está en el US-Open (efe),
NUEVA YORK .- Wimbledon quizás sirvió de aviso de que una nueva generación puede romper el monopolio que cuatro hombres han impuesto en las grandes citas del tenis durante la última década.

-Grigor Dimitrov, de 23 años, novio de Maria Sharapova y perpetuamente sujeto de comparaciones de estilo de juego con Roger Federer, derrotó al vigente campeón Andy Murray para acceder a una ronda de semifinales en un Grand Slam. El búlgaro de 23 años acabó sucumbiendo ante el eventual campeón Novak Djokovic.

-Milos Raonic, nacido en 1991 al igual que Dimitrov, también desembarcó por primera vez en una semifinal de un Slam. El canadiense cayó ante Federer, siete veces campeón en el césped del All England Club.

-Nick Kyrgios fue el rival que Raonic debió superar en los cuartos de final. A sus 19 años, Kyrgios se había cargado en octavos al entonces número mundial, Rafael Nadal. Irreverente y siempre con sus audífonos de Beats by Dre de color rosado para escuchar los raps de Drake, Kyrgios es descendiente de padre griego y madre malaya, pero juega bajo la bandera de Australia. Antes de Wimbledon, apenas había ganado tres partidos. Ya es el número 60 del mundo y toparse con él tan temprano en un Slam no parece una experiencia amena.

De cara al Abierto de Estados Unidos, el último grande de la temporada que se pone en marcha este lunes, el dominio del cuarteto conformado por Federer, Nadal, Djokovic y Murray no deja de deslumbrar.

Entre los cuatro, a partir del Abierto de Francia de 2005, se alzaron con 36 de los últimos 38 títulos de Grand Slam, una estadística que muchos se saben de memoria.

Hay dos intrusos y uno de ellos es el argentino Juan Martín Del Potro, quien en 2009 tenía 20 años cuando venció a Federer en la final del US Open. Martirizado por lesiones en ambas muñecas, Del Potro no ha vuelto a disputar una final de un grande. En marzo se operó la muñeca izquierda y su reaparición en el circuito será después de la cita en Nueva York.

El otro es el suizo Stan Wawrinka, campeón del último Abierto de Australia al vencer en la final a un Nadal mermado por una dolencia en la espalda. Pero Wawrinka es un veterano con todas las letras, ahora con 29 años.

El de Australia era el Slam número 36 que disputaba. En el 35 -el US Open de 2013- por primera vez se había asomado en semifinales. Cayó en la primera ronda de Francia ante Guillermo García-Lopez y luego fue frenado por Federer en la fase de cuartos en Wimbledon.

"No cabe duda que para todos es un verdadero suplicio poder abrirse un espacio", comentó Raonic, el actual número seis del mundo.

Pero la expectativa -tal vez lo más recomendable es describirlo como esperanza- es que ha llegado el momento de que talento nacido en la década de los 90 dará el paso al frente ante "Los Cuatro Fantásticos", ahora más vulnerables que nunca.

Nadal no pudo venir a defender el título del US Open por una dolencia en la muñeca izquierda; Djokovic (perdió en tercera ronda en los dos Masters 1000 después de Wimbledon) pareciera tener la cabeza en otra parte tras casarse con su novia de siempre y a la espera del nacimiento de su primer hijo; el señor Federer acaba de cumplir 33 años y su último grande se remonta al Wimbledon de 2012, y Murray se operó la espalda y no alcanza una final desde que su histórica consagración en Wimbledon hace más de un año.

"No tenemos a muchos jugadores jóvenes capaces de abrirse paso entre los primeros puestos y ganar títulos de Grand Slam", dijo el serbio Djokovic con un aire de escepticismo cuando le mencionaron sobre la aparición de nuevas figuras en el circuito masculino. "Esto es algo que está pasando ahora mismo, pero falta mucho para poder ganar un título de Grand Slam. No es algo que se da de la noche a la mañana".

No sólo es complicado ganar un grande, sino meterse en una final. De los jugadores inscritos en el cuadro masculino de este US Open, sólo hay dos que han estado en la definición de un Slam en el último lustro: el español David Ferrer (32 años), que perdió ante Nadal en el Roland Garros de 2013, y el checo Tomas Berdych (28 años), finalista de Wimbledon 2010.

La explicación apunta a que el tenis se tornó más físico en la última década, con condiciones menos benévolas para los adolescentes que buscan obtener sus primeros galones. Se habla de plenitud al acercarse a los 30 años, con jugadores que pueden prolongar sus carreras mediante una preparación a fondo en el gimnasio, amén del cúmulo de experiencia.

De los 128 jugadores en el cuadro masculino de este US Open, 32 pasan de los 30 años.

"Nada es imposible", indicó Djokovic. "Pero el tenis es más físico hoy en día. Es un deporte muy exigente. Se necesita jugar bien a un alto nivel de manera consistente para entreverarse en el Top 5".

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