SAN ANTONIO, Texas.- LeBron James fue a la banca a mediados del cuarto periodo, se sentó y cubrió sus ojos con la mano izquierda.
La noche había terminado.
Su reinado en la cima de la NBA, también.
Lo único por lo que James juega son los campeonatos, y esta temporada no tuvo oportunidad de abrazar el Trofeo Larry O'Brien. Un esfuerzo de 31 puntos y 10 rebotes no fue suficiente para guiar a Miami por encima de San Antonio y el Heat cayó ante los Spurs el domingo 104-87.
Así que por primera vez desde el 21 de junio de 2012, el Heat no es campeón de la NBA. Estos cuatro años con James, Dwyane Wade y Chris Bosh han sido un gran éxito, liderando la liga con 283 victorias, cuatro viajes a la Final de la NBA -para unirse a Celtics y Lakers como los únicos en lograr la hazaña_, además de dos campeonatos.
En esas cuatro campañas ganaron el 71% de sus juegos.
Y lo más sorprendente de todo es que durante ese lapso, los Spurs fueron mejores con el 73% de triunfos.
Y ahora, listos o no, viene un verano difícil para Miami.
James, Wade y Bosh pueden salirse de sus contratos y ser agentes libres. Es posible que los tres le informen a Miami de sus planes el 29 de junio, o dos días antes de que se abra la ventana de agentes libres. Shane Battier se retira luego de 13 temporadas. Y prácticamente todos, incluyendo a Mario Chalmers, son agentes libres.
Hay muchas preguntas. Wade se perdió casi un tercio de la campaña regular entre descansos y lesiones, y claramente sufrió conforme avanzó la Final. James tuvo una gran serie, y de todas maneras el Heat perdió en cinco juegos, así que el tema principal que enfrenta Miami es cómo conseguirle más ayuda para que aspire a más campeonatos.
Eso, claro, si James se queda. No ha dado indicios de irse. Pero tampoco de quedarse.
"Estoy en un buen momento de mi vida", dijo James el sábado. "Es basquetbol, el mejor deporte del mundo. Me encanta. Ha hecho muchas cosas buenas por mí, pero solo es basquetbol".
James anunció antes del juego que cambiaría su rutina, que era su forma de decir que sería más agresivo desde el comienzo y sin preocuparse por involucrar tanto a sus compañeros en los primeros minutos.
"Sigan mi señal", le dijo a sus compañeros antes de salir a la cancha.
Funcionó. Al menos por un instante.
James tuvo 17 puntos y seis rebotes en el primer cuarto. Miami tenía ventaja de 22-6 en los primeros instantes. Todo parecía ir como el Heat lo había planeado.
Y entonces todo se fue.
Como tantas otras veces en estas finales, los Spurs lanzaron una andanada y la mantuvieron. A la mitad del segundo cuarto, San Antonio tenía la ventaja. A inicios del tercer periodo, ya era de doble dígito. A mitad del penúltimo cuarto, ya era de 21 puntos, que en ese momento marcaba una voltereta impresionante de 37 en relación a los minutos iniciales.
Al final, el Heat se convirtió en el equipo 32 en ser incapaz de reponerse de una desventaja de 3-1 en la Final, aun cuando no había guion que a James le hubiera más que estar en ese equipo que revertiera la tendencia.
"¿Por qué no nosotros?", se preguntó James el sábado.
Los Spurs son muy buenos. Por eso no fueron ustedes.
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