MIAMI,EE.UU.- La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EE.UU. (NOAA) informó hoy de que espera una temporada de huracanes en el Atlántico menos activa de lo normal, con la formación de entre 7 y 12 tormentas, de las cuales entre 3 y 6 llegarían a ciclones, y dos de ellos de categoría mayor.
Los expertos de la NOAA, que suelen actualizar sus previsiones a mitad de temporada, indicaron que existe un 70 % de posibilidades de que se registre una temporada de huracanes en la cuenca atlántica por debajo de lo normal.
Este vaticinio confirma el pronóstico emitido el 31 de mayo pasado, cuando este organismo apuntó que esta temporada de huracanes podía convertirse en la más tranquila en 30 años, debido al desarrollo del fenómeno de "El Niño" en el Pacífico.
La temporada de huracanes en el Atlántico comenzó oficialmente el 1 de julio y finalizará el 30 de noviembre.
"Estamos más confiados de que tendremos una temporada de huracanes con una actividad por debajo de lo normal como consecuencia de las condiciones oceánicas" que inhiben la formación de ciclones, destacó Gerry Bell, responsable del Centro de Predicciones Meteorológicas de la NOAA.
"Estas condiciones del océano persistirán durante toda la temporada", puso de relieve Bell.
No obstante, advirtió de que no se debe bajar la guardia, ya que las tormentas tropicales y los huracanes pueden "golpear la costa estadounidense en una temporada de actividad baja", como así sucedió con el ciclón Arthur, el primero de la temporada, que impactó en la costa de Carolina del Norte como huracán de categoría 2 en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de cinco.
Desde que el pasado 1 de junio comenzó la temporada de huracanes en la cuenca atlántica sólo se han formado dos tormentas, que se convirtieron en huracanes: Arthur y Bertha.
La NOAA había pronosticado para esta temporada la formación de entre 8 y 13 tormentas tropicales, de las cuales entre 3 y 6 podrían llegar a huracanes y uno o dos de ellos serían de categoría mayor.
Entre los factores que influyen en el "incremento" de una temporada de huracanes menos activa de lo normal figuran, en primer lugar, el "conjunto de las condiciones atmosféricas" desfavorables a la formación de tormentas.
"Los fuertes vientos cortantes verticales, el debilitado monzón del oeste africano y la combinación de factores como el aumento de la estabilidad atmosférica" frenan el desarrollo de sistemas tropicales en la costa africana, apuntó.
En resumen, la citadas condiciones atmosféricas contrarias a la formación de huracanes son incluso "más fuertes" que las vaticinadas en mayo pasado, y se espera que se prolonguen desde mediados de agosto a octubre próximo, el punto álgido de la temporada de huracanes.
Otros agentes meteorológicos que influyen en la disminución de formación de tormentas son las temperaturas que se registran en aguas del Atlántico, actualmente por debajo de lo normal.
Además, el fenómeno de "El Niño" se conjuga con el aumento de los vientos verticales cortantes, la estabilidad y el movimiento descendente, factores que inhiben la formación y desarrollo de tormentas tropicales en el Atlántico.
El científico y especialista del CNH Todd Kimberlain dijo a Efe en julio pasado que se estaba cumpliendo el pronóstico y que la temporada de 2014 podía convertirse en la más tranquila en 30 años o más, dado que el fenómeno de "El Niño" se estaba desarrollando en el Pacífico y "estaba maduro".
Destacó lo inusual que resulta el registro de dos años consecutivos "tan tranquilos y de tan poca actividad ciclónica" como el de 2013 y el previsto para 2014, al tiempo que reconoció la incapacidad de los expertos para explicar en estos momentos con certeza las causas de este fenómeno. EFE