MADRID.- El Atlético de Madrid afronta las últimas dos jornadas con confianza, ambición y con la ventaja de depender de sí mismo a cuatro puntos del título, con lo que un empate y un triunfo, sin importar el orden, en sus dos partidos con el Málaga en el Vicente Calderón y el Barcelona en el Camp Nou le darían la Liga.
El 2-2 del Real Madrid con el Valencia en el último choque de este domingo redujo el impacto de la derrota del conjunto rojiblanco frente al Levante, aunque le obliga al menos a puntuar en el campo azulgrana, competidor directo por el trofeo, cuando, si hubiera ganado ayer, podía haber sido campeón antes de jugar en el Camp Nou.
Es lo único que ha cambiado desde la pasada semana para el Atlético, que aún dispone del margen de un empate, pero que ya no tiene la opción de perder un encuentro más. Además, es el único que depende de sí mismo. Si suma cuatro o más puntos conquistará el campeonato sean cuales sean los resultados de Real Madrid y Barça.
En la próxima jornada, al mismo tiempo, es el único que puede ser campeón; una posibilidad sujeta a una combinación que incluye a sus dos perseguidores: el Atlético debe ganar al Málaga, a la vez que el Real Madrid no venza alguno de sus dos próximos duelos (el aplazado ante el Valladolid y el del domingo con el Celta) y que el Barcelona tampoco logre la victoria en su visita del fin de semana al Elche.
En cambio, una igualada de los rojiblancos en su campo frente al Málaga les dejaría una sola opción en la última jornada en el Camp Nou, la victoria, y una derrota, probablemente, dependiendo de los marcadores de madridistas y azulgranas, les arrebataría la ventaja de depender de sí mismo en la cita final por el Campeonato de Liga.
El triunfo de todos ellos el próximo domingo pospondría la resolución de la Liga hasta la siguiente jornada, con su visita a Barcelona. Ahí le valdría el empate y la victoria; la derrota le apartaría del título, en un tramo final que encara con entusiasmo, convicción y la ambición que ha demostrado durante todo el curso.
Desde la plantilla del Atlético, nada más salir derrotada por el Levante, surgieron palabras como confianza, hambre, intensidad o trabajo y se recordó que el conjunto rojiblanco no depende de nadie para lograr la Liga, el objetivo de un grupo con una imperturbable mentalidad ganadora y que sólo ha perdido cuatro duelos este curso.
"Esto es lo mejor que nos podía pasar: quedan tres semanas fantásticas", lanzó el argentino Diego Simeone, su técnico, en la sala de prensa del Ciudad de Valencia. "No es 'si ganamos', porque vamos a ganar, el equipo está confiado y sigue más reforzado tras la derrota para apretar aún más", dijo el centrocampista Raúl García.
"Somos unos privilegiados al depender de nosotros. Ahora más que nunca confío en este equipo", remarcó Gabi Fernández, capitán del Atlético, minutos después de la derrota en Valencia, donde llegaba subido a una racha incontestable de nueve victorias consecutivas.
"De los tres, somos los que más ventaja tenemos, porque dependemos de nosotros mismos. Vamos a olvidarnos primero del partido del Barcelona, centrarnos en el Málaga, ganar este partido y luego prepararnos para ganar en Barcelona", abundó hoy David Villa, delantero del Atlético, a cuatro puntos del título 18 años después.
lunes, 5 de mayo de 2014
El Atlético, confianza, ambición y cuatro puntos para ganar la Liga
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