popAds

seguirme

viernes, 30 de mayo de 2014

LOS CÁRTELES YA NO SÓLO DEPENDEN DEL NARCOTRÁFICO


Dos de los carteles más poderosos de México, los Caballeros Templarios y los Zetas, se han convertido en verdaderas empresas criminales internacionales con “portafolios” de actividades que van más allá del tráfico de drogas.


Hace poco, el superdelegado presidencial para Michoacán, Alfredo Castillo, dijo a la agencia de noticias Associated Press que las drogas dejaron de ser la principal fuente de ingresos de los Caballeros Templarios.

Ahora, por extraño que suene, reciben más de la venta de mineral de hierro.

Y aunque -como lo destaca AP- se trata de la primera vez que el gobierno mexicano dice esto de un cartel, es lo que por mucho tiempo han sostenido expertos sobre los Zetas: que su negocio más lucrativo no es el narcotráfico.

Una franquicia

Es lo que argumenta, por ejemplo, el profesor estadounidense George Grayson, autor de “All the executioners men” (Todos los hombres del verdugo), sobre los Zetas.

En diversas ocasiones Grayson ha dicho a BBC Mundo que esta organización no ha sido realmente grande en el tema del tráfico de narcóticos y depende de otras actividades para mantener su formidable maquinaria de guerra.

Algo parecido asegura el periodista Ricardo Ravelo, quien ha escrito varios libros sobre este cartel, el último de ellos “Zetas, la franquicia criminal”.

Según Ravelo, además de ser la organización más violenta -fueron lo que introdujeron la práctica de la decapitación en México- es la más diversificada del país.

Se calcula que los Zetas practican alrededor de 25 actividades criminales diferentes.

Así las desglosa para BBC Mundo Roberto Arnaud, consultor en seguridad nacional, análisis estratégico y crimen organizado:

“Entre las actividades ilícitas que llevan a cabo adicionales al narcotráfico están la venta de hidrocarburos extraídos ilegalmente, secuestros y extorsiones, trata de personas, cobro de cuotas a sectores productivos (minería, agricultura, ganadería, sindicatos) y funcionarios públicos, cobro de cuotas a otros grupos criminales, venta de bienes en penales, administración de giros negros, venta de armas, venta de vehículos robados, cobro por tránsito a transportistas y migrantes, y venta de contrabando”.

Según Arnaud, las entradas diferentes al narcotráfico representan al menos la mitad de los ingresos de los Zetas.

“Quizás la actividad que más rentas le genera después del narcotráfico es la venta de combustible robado -mucho del cual es vendido a empresas estadounidenses legítimas. Esta actividad ha tenido un incremento exponencial en los últimos años”.

Y proporciona cifras: “tan sólo en 2013 el valor del combustible robado fue de $784 millones de dólares”.

“Coincidentemente, este ilícito se concentra en entidades en las que Los Zetas tienen una presencia extendida -Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco- por lo que podemos suponer que en buena medida son responsables de la expansión de esta actividad y tienen una participación preponderante en las ganancias totales”.

Mineral de hierro

Sólo este mes, las autoridades mexicanas han decomisado 168.000 toneladas de mineral de hierro obtenidas de manera ilegal, parte de ellas ya embarcadas.

Se presume que estos cargamentos -valorados en varios millones de dólares- pertenecen al cartel de los Caballeros Templarios.

Roberto Arnaud asegura que “los Templarios controlaban toda la cadena productiva de la explotación del hierro -Michoacán es el primer productor nacional de este mineral”.

“Primero ayudaron a propietarios de áreas mineras a establecer minas ilegales a cambio de un pago por cada tonelada extraída; el transporte del mineral se hacía forzosamente en camiones propiedad de los Templarios o con organizaciones de transportistas que les pagaban cuotas”.

El experto agrega que los cargamentos pasaban por la aduana sin problemas porque “los agentes estaban en la nómina del cartel”. Finalmente -agrega Arnaud- el mineral era vendido a compradores chinos asociados a los Templarios.

Millones

En marzo pasado, el presidente de la Cámara Nacional de Hierro y el Acero, Alonso Ancira reveló que en 2013 la industria perdió aproximadamente US$1.300 millones por robo de mineral de hierro.

Según Ancira, también el año pasado fueron exportadas por el crimen organizado al menos 10 millones toneladas de mineral de hierro (se cree que principalmente a China).

A diferencia de los Zetas -cuyos negocios son mayormente criminales- los Caballeros Templarios también tienen participación en asuntos legales.

“Sus actividades abarcaban prácticamente todas las actividades productivas —legales e ilegales— que se llevaban a cabo en la zona de Tierra Caliente de Michoacán”, dice Roberto Arnaud.

Las ilegales van desde la venta de drogas -en especial anfetaminas- hasta el secuestro, pasando por la extorsión y la piratería.

“Las actividades lícitas son la compra-venta de inmuebles, lotes de vehículos usados, empresas de seguridad privada, tiendas de ropa y calzado, tiendas de electrodomésticos, disqueras, equipos de fútbol, transporte de mercancías, venta de productos agrícolas (aguacate, limón, maíz, plátano, ganado, cuero), restaurantes y hoteles”, explica Arnaud.

Tendencia

Citado por AP, Antonio Mazzitelli, representante para México y Centroamérica de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, los Templarios “ya no son un cartel de las drogas propiamente dicho, sino ‘una organización criminal de tipo mafioso’, cuya “capacidad operativa no está relacionada a un bien o mercado, como las drogas, sino a todos los mercados que les puede generar una renta”.

Algo similar ocurre con el cartel de los Zetas, a quien Ricardo Ravelo sigue considerando -a pesar de versiones que hablan de su debilitamiento- como la segunda organización criminal más fuerte no sólo de México sino de América Latina, después del cartel de Sinaloa.

La “diversificación” de las actividades criminales ya la están adoptando otros grupos, como el cartel del Golfo, aunque no al nivel de los Zetas -sus jurados enemigos- y los Templarios.

“En particular en últimos años ha incursionado en la venta de combustible robado, sobre todo en Tamaulipas, y también cobran cuotas a transportistas y comercios, y cometen secuestros y extorsiones”, revela Roberto Arnaud sobre el cartel del Golfo.

Es una tendencia que ve en organizaciones criminales en otras partes del mundo.

“Conforme amplían sus operaciones van creando economías de escala que les permiten ofrecer nuevos ‘servicios’ ilícitos -por ejemplo, el control de una ruta de tráfico de drogas te permite traficar otros bienes ilícitos como armas o productos de contrabando”, agrega el experto.

También indica que están aprovechando los avances en tecnologías de la información y la apertura comercial para extender su influencia “aprovechando las debilidades institucionales de los países en vías de desarrollo”.

En su libro Mafia Export, el periodista italiano Francesco Forgione cuenta, por ejemplo, cómo la Camorra ha creado una verdadera multinacional -con filiales en diferentes partes del mundo- para falsificar marcas de prestigio.

El narcotráfico, de alguna manera, anunció tempranamente la era de la globalización. Lo que organizaciones criminales como las mexicanas están haciendo ahora es agregar más “productos” a sus oscuras y sinuosas redes.


0 comentarios:

Publicar un comentario