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sábado, 17 de mayo de 2014

El más deseado

Estadísticas publicadas en el 2012 por la Organización Mundial de la Salud [OMS], afirman que 1 de cada 4 parejas padecen de algún trastorno asociado a la infertilidad. Si bien nuestro país no cuenta con datos oficiales, especialistas aseguran valores similares. Por lo que no se explican -agregan- la total ausencia de leyes que legislen sobre el tema o el hecho de que las aseguradoras no cubran estos procedimientos. Cada año, cientos de parejas se someten a técnicas de reproducción asistida. Un proceso largo y duro en el que alrededor de un 40% da frutos como Emanuel, quien en palabras de su madre, Amy Nin, es "el bebé más esperado y deseado". 
Luego de siete años de matrimonio, nos dimos cuenta que algo no iba bien. Mi ginecólogo fue el primero en notarlo, por lo que me refirió a un especialista en fertilidad llamado Michael Terrero. Varios estudios después y ya teníamos el diagnóstico: obstrucción en las trompas de falopio.

Quedé devastada. Algo que se supone lógico, sencillo y natural, se me había negado. Sentí que le fallaba a todos, a mí, a mi esposo, a mi familia, a mis amigos. Cada pregunta o comentario, por más bienintencionado que era, me afectaba. Mis peores días eran cuando me llegaba el período, significaba otro fracaso.

Así duramos un año hasta que mi esposo y yo nos decidimos por la Fertilización In Vitro [FIV]. Era la técnica que nos ofrecía mayores posibilidades de éxito, cerca de un 40%. Primero tuve que perder algunas libras, pero eso no me importó. Quería tener a mi hijo.

En la primera fase del proceso te recetan una serie de inyecciones y pastillas para estimular la ovulación. Mientras, el médico monitorea constantemente el desarrollo del tratamiento. Dos semanas después y si todo sale bien, te practican una pequeña cirugía para extraerte algunos óvulos, que luego los unen en el laboratorio con los espermatozoides del esposo.

La hora de la verdad 

Unas semanas después, llega el momento de inseminar. El proceso fue ambulatorio, solo me colocaron dos embriones. A partir de ahí todo se resume en dos palabras: esperar y desesperarse. Fueron los 22 días más largos y angustiosos de toda mi vida. Al fin, cerca del mediodía recibo un correo con los resultados de mi examen. Los nervios casi no me permitían leerlo, así que llamé a mi doctor y él me lo confirmó. Después de tantos años ¡estaba embarazada! Casi nueve meses después nació Emanuel. Nuestro hijo. Nunca dejaré de estar agradecida.

Se recomienda acudir al especialista si tras 12 meses de relaciones sexuales regulares sin la utilización de métodos anticonceptivos, no se ha conseguido la gestación.

La FIV consta de 4 fases: 
1. Fase de estimulación: Se inicia la estimulación de los ovarios con inyecciones diarias de unas hormonas llamadas gonadotropinas, que son autoadministradas de forma subcutánea por la propia paciente. Esta fase dura unos 10 días y aproximadamente cada 2 días la paciente es vista en consulta para realizar una sonografía y ajustar la dosis de hormonas.

2. Fase de punción-aspiración de los ovarios: Los óvulos se extraen de los ovarios de la mujer a través de la punción de los folículos. Esta intervención se controla mediante sonografía y se suele realizar con analgesia de forma que no resulte dolorosa. El procedimiento es ambulatorio y la paciente abandona la clínica unos 30-60 minutos tras el procedimiento conociendo el número de óvulos obtenidos y con una aproximación de la calidad de éstos. A continuación se preparan y clasifican en el laboratorio.


3. Fase de fertilización en el laboratorio: El semen ha de ser obtenido casi al mismo tiempo que la extracción de los óvulos después de un período de abstinencia sexual. El semen se procesa en el laboratorio para otorgarles la capacidad fecundante. Una vez conseguida la fecundación se selecciona el número de embriones a introducir en el útero de la mujer.

4. Fase de transferencia embrionaria: Consiste en introducir los embriones en el interior del útero. Se realiza habitualmente entre 2 y 5 días posteriores a la extracción de los óvulos. El procedimiento es absolutamente indoloro y se suele realizar bajo control sonográfico. La mujer permanece en reposo 15 minutos y se aconseja el reposo en su domicilio por 24-48 horas. La mujer seguirá un tratamiento hormonal de soporte, habitualmente vía vaginal hasta la realización del test de embarazo unos 12-13 días posteriores.

El especialista responde 
¿Dudas sobre este procedimiento? El especialista en fertilidad José Ángel García nos responde.

P. ¿En cuáles casos se recomienda una Fertilización In Vitro y en cuáles no?

R. La FIV se recomienda en casos de factor tubárico (daño importante en las trompas de falopio), endometriosis, fracaso de inseminación artificial, alteración en los espermatozoides [factor masculino], esterilidad de origen desconocido, fallo ovárico y disminución de la reserva ovárica, alta respuesta en ciclos de inseminación artificial y congelación de óvulos por motivos oncológicos o sociales [retraso en la maternidad] como forma de preservación de la fertilidad. No se recomienda en casos de fracaso ovárico severo donde la respuesta esperada de los ovarios es nula o en condiciones donde existan enfermedades severas que contraindiquen el embarazo como cardiopatías o nefropatías por ejemplo.

P. ¿Cuáles son los riesgos que este procedimiento conlleva?

R. Los riesgos del procedimiento son la gestación múltiple, el síndrome de hiperestimulación ovárica (respuesta exagerada a los tratamientos utilizados para estimular los ovarios), abortos, embarazo ectópico, sangrado durante la punción ovárica, torsión ovárica e infección postratamiento. No obstante, con los avances que tenemos hoy en día, la tasa de complicaciones son muy bajas y muchas de éstas son prevenibles.

P. ¿Duele?

R. No. La fase de estimulación ovárica donde se utilizan medicamentos inyectables puede ser causa de molestias, la mayoría de las veces leves. La punción aspiración ovárica se realiza en función del número de óvulos que se esperan recuperar. La transferencia de embriones es un procedimiento delicado y exento de dolor.

P. ¿Cuál es la tasa aproximada de éxito y promedio de intentos para lograr un embarazo?

R. La tasa de éxito en la FIV varía dependiendo de cada caso, en términos generales oscila entre el 30 y el 45%. Fundamentalmente va a depender de la edad de la mujer, de la respuesta a la estimulación ovárica, de la calidad de los óvulos y los espermatozoides, de las causas de infertilidad y del estado del útero. En cuanto al número de intentos, en nuestra experiencia, en dos ciclos de tratamiento conseguimos el embarazo en aproximadamente el 60% de las pacientes, recalcando siempre que depende de cada caso en concreto.

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