Michoacán.- El puerto Lázaro Cárdenas está de capa caída. Las minas están paradas, los patios se quedaron sin acopio y donde antes trasegaban diariamente mil 200 volteos o góndolas, es decir camiones de entre seis y 14 metros cúbicos que cargan mineral o arena, ahora no llegan a 100. El motivo es que el Gobierno Federal decidió clausurar desde inicios de marzo todas aquellas minas que no cumplieran todos los requisitos legales. La actividad minera se había disparado en la región en los últimos dos años, bajo el manto de impunidad que proporcionaba la presencia de los Templarios. Así, aunque el Consejo Coordinador Empresarial de Lázaro Cárdenas reconoce a siete empresas mineras, también explica que en los últimos tiempos cualquiera que tuviera mineral en su territorio lo explotaba aunque no tuviera la concesión o denuncio, llegando a ser alrededor de un centenar.
“De repente llegaban los chinos deseosos de fierro y se lo compraban al mejor postor y había tanto crimen organizado como el que si que estaba actuando bien. El crimen abría mucho las puertas, y al final del cuenta incluso ejidatarios que decían si yo tengo en la tierra mi mineral es mío, aunque sean de la nación y estén concesionadas, incluso a la misma metalúrgica del puerto”, explica Benjamín Rodríguez presidente del ConsejoEmpresarial.
El pasado 4 de noviembre se reemplazaron las autoridades del puerto como parte de la estrategia de seguridad para Michoacán justo para evitar la infiltración del crimen organizado en la economía. Pero desde marzo clausuraron alrededor de cien minas que estaban en operación y solo están trabajando las únicas dos que poseen el Padrón de Exportación Sectorial, un permiso que emite el Servicio de Administración Tributaria para autorizar la exportación de mercancías y determinar los aranceles.
Un funcionario de la Administración del Puerto, quien también es dueño de un patio de acopio de mineral, asegura que los Caballeros Templarios exigían 5 dólares por tonelada de mineral extraído. Una mina en buen estado puede sacar diariamente hasta diez camiones cargados de mineral. Un camión carga entre 18 y 30 toneladas, según su capacidad. Si partimos de la cifra más conservadora, diariamente una mina puede sacar 180 toneladas de fierro que le redituaban al crimen organizado más de 900 dólares sin mover un dedo. Si multiplicamos esa cifra por cien minas, el crimen organizado recaudaba más de un millón cien mil pesos diarios de extorsión a los mineros de Lázaro.
Aunque no hay un registro fiable que pueda comprobar esas cantidades, en muchos municipios del estado, donde surgieron autodefensas, productores agrícolas, ganaderos y mineros reconocen pagos de cuota durante meses. Para Alejandro Hope, Director de Seguridad del Instituto Mexicano de la Competitividad, que en la segunda ciudad más importante del Estado a nivel de flujo económico el crimen recolectase un millón de pesos diarios “no es descabellado, eso era su recaudación, no su utilidad. Después deberían pagar mordidas y otras cuotas”.
El fierro iba a parar a metalúrgicas nacionales como la del puerto o se exportaba a China. El flujo habitual eran 3 o 4 barcos mensuales hacia este país cargados con una media de 45 mil toneladas de mineral ferroso, según explicó la fuente portuaria.
–¿Los chinos que compraban fierro estaban coludidos con los Templarios?
–Sí, pero no solo los chinos, no había opción, era a fuerza– confiesa quién prefiere preservar su nombre. Y continúa: –Por eso ahora la idea es parar, legalizar y volver a trabajar.
“Paró mucha de la minería ilegal pero a la par también cesaron la legal y están en investigaciones. Quién pueda comprobar la procedencia legal del mineral podrá seguir, pero mientras, hay estancamiento. Porque, como te diría, para poder extraer mineral legal tienes que cumplir muchas palomitas, con la Semarnat, con la Secretaría de Economía, la concesión,… entonces hay unas que no cumplen con todos los requisitos pero no era ilícito”, detalla Rodríguez.
El cese de la actividad minera afecta directa e indirectamente a miles de familias. “La economía de Lázaro está muy resentida, los trabajadores de los patios, el chofer, el que suministra o arregla llantas, padecen la ausencia del flujo”, narra con resignación Rodríguez aunque aprueba la medida. “Se le está dando un gran ataque a las arcas del crimen pero finalmente pagan justos por pecadores”, matiza. La patronal de Lázaro Cárdenas se reunió este lunes con el Comisionado para la Seguridad en Michoacán Alfredo Castillo para pedirle que agilice los trámites de las minas y que se empiecen a implementar los 250 compromisos que Enrique Peña Nieto firmó en febrero para recomponer el estado. Estos acuerdos suponen, a grandes rasgos, la inversión federal en apoyos sociales e infraestructuras.
“Combatir el crimen organizado es una tarea multidisciplinaria, atacar sus recursos es el primer paso, pero el segundo es recomponer el tejido social de todos los pueblos de Michoacán, crear fuentes de empleo bien remunerado para que los jóvenes no vuelvan a las filas de otro nuevo cártel”, resume Rodríguez.
jo Empresarial también cuestionó a Castillo que si bien ha bajado la criminalidad relacionada con la delincuencia organizada, han aumentado los delitos del fuero común. “Se erradicó el pago de cuotas y derecho de piso, pero como la economía está en crisis se vino una oleada de hurtos a casa, asaltos a personas y robo de automóviles, y no hay nadie que atienda estos delitos”, cuenta el presidente de la patronal.
La policía municipal se disolvió desde la entrada de las fuerzas federales, y aunque en las calles de la ciudad son visibles las patrullas del Ejército, Rodríguez asegura que su labor es meramente “disuasoria”.
El Comisionado Castillo, en una reunión con corresponsales extranjeros el pasado enero, aseguró que el principal objetivo es neutralizar la capacidad de operaciones de los Caballeros Templarios y su financiación y que para ello “se revisarán concesiones mineras, impulsarán la extinción de dominio y hay investigaciones en marcha”, aunque no aclaró cuáles. Sin embargo, todavía el 30 de abril fue incautado un barco salido de este puerto con 68 mil 750 toneladas de mineral ferroso de una mina sin permiso. Y el 12 de mayo, la Marina y el SAT decomisaron un buque con 100 mil toneladas de mineral de hierro, que según Castillo tendría “un valor de varios millones de dólares sin acreditar su origen legal”. Con ello, el Comisionado aseguró que ya suman 300 mil toneladas decomisadas en las últimas semanas, y que se siguen retirando las concesiones a las empresas que exportan mineral extraído ilegalmente.
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